| Doscientos kilómetros de una ciudad a otra ciudad
|
| Anteayer llegué, mañana me iré de nuevo
|
| Me salvas el sueño, hermosa desconocida
|
| Hace mucho tiempo que no veo mi casa y necesito calor aquí.
|
| Ahogarse en los ojos de alguien, apenas tocando la palma,
|
| Pero no sé cómo, sin causar dolor, yo
|
| Conozco tu cuerpo mejor que un libro de texto de anatomía.
|
| Pero es poco probable que esto me ayude al final de toda la historia.
|
| En algún lugar después, mis hijos con alguien lo escucharán.
|
| Sin entender por qué se cantaba, porque junto a su madre
|
| Llevamos tantos años y ella es la mejor del mundo,
|
| Pero mientras haya soledad, ron y viento justo
|
| Sí, y agujeros en los bolsillos, carácter insoportable.
|
| No me sorprendería si algún día me revuelco en el asfalto,
|
| Pero hasta que regrese a mi ciudad amada
|
| Salva mi sueño, hermoso extraño
|
| Tanto miedo de amar
|
| Que, ay, nos enamoramos del miedo
|
| Estar solo todo el tiempo
|
| En veinticuatro zonas horarias
|
| Tanto miedo de amar
|
| Que, ay, nos enamoramos del miedo
|
| Estar solo todo el tiempo
|
| En veinticuatro zonas horarias
|
| Volaré, llamaré, no te aburras, pronto volveré a tus brazos.
|
| 22 en punto, té caliente
|
| Corro en el metro para no llegar tarde a mi
|
| Extrañaba mucho tus labios y ojos para ti
|
| Sé que será posible volar hacia ti
|
| Dando la vuelta al mundo entero
|
| No llores por mí, cierra los ojos, imagina que estoy ahí
|
| Eres tan hermosa como la ciudad donde nunca amaré septiembre
|
| Grita por mí, sufre por mí, sueña por mí al menos
|
| Solo no olvides que estoy aquí por media hora.
|
| Y es hora de que corra
|
| Tanto miedo de amar
|
| Que, ay, nos enamoramos del miedo
|
| Estar solo todo el tiempo
|
| En veinticuatro zonas horarias
|
| Tanto miedo de amar
|
| Que, ay, nos enamoramos del miedo
|
| Estar solo todo el tiempo
|
| En veinticuatro zonas horarias |