| Camino en silencio cuando se trata
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| Este sentimiento cuando el espíritu me guía
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| Si los perros ladran y la noche es dura
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| Lo tomo como una señal para subir arriba
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| La ciudad al cerro entre las nubes
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| Donde puedo ver a mi Salvador ahora
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| Él está esperando con Su palma hacia mí extendida
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| Su misericordia es un bálsamo cuando estoy perplejo
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| Encuentro a Jesús en la noche más oscura
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| Encuentro a Jesús en la luz de la mañana
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| Encuentro a Jesús en el rostro de aquellos
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| Cuyos corazones están cantando con la Hueste Celestial
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| A veces, cuando me siento solo
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| Miro a mi alrededor y todos se han ido
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| Los amigos en los que confío
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| Están ocupados haciendo lo que quieren.
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| Miro dentro y me dicen
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| Es domingo por la mañana en mi alma
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| Y allí encuentro un salón sagrado
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| Donde las congregaciones atienden el llamado
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| Encuentro a Jesús en la noche más oscura
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| Encuentro a Jesús en la mañana brillante
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| Encuentro a Jesús en el rostro de aquellos
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| Cuyos corazones están cantando con la Hueste Celestial
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| Y cuando me acuesto mi última vez
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| Y siento un escalofrío recorrer mi columna vertebral
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| Y reconozco que ha llegado mi hora
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| Miraré a mi alrededor, Él me llevará a casa
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| Él extenderá su mano amorosa hacia mí
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| Y mándame subir a la victoria
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| Donde encontraremos espíritus afines allí
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| Corazones levantados en una canción sin cuidado
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| Encuentro a Jesús en la noche más oscura
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| Encuentro a Jesús en la mañana brillante
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| Encuentro a Jesús en el rostro de aquellos
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| Cuyos corazones están cantando con la Hueste Celestial |