| Volviendo a una edad tierna,
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| Tan lleno de confusión y rabia,
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| Papá dice: "Muchachos, su mamá se ha ido".
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| Hay una mano en tu hombro mientras tiras tierra,
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| Alguien dice: «El tiempo cura las heridas.
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| Hombrecito, tienes que seguir, seguir,»
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| Pero todo lo que quieres son los brazos de mamá.
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| Regresas a casa en una limusina,
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| El coche más triste que jamás hayas visto,
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| Tu hermano no puede mirarte a los ojos.
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| Caen relámpagos, truenos rugen,
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| Un invierno temprano en ese corazón tuyo,
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| Pero juras que no dejarás que te vean llorar
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| porque todo lo que quieres son los brazos de mamá.
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| Los vecinos vienen y te traen empanadas,
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| Palabras interminables y suspiros vanos,
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| Y corres a tu habitación y cierras la puerta.
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| Y ahí estás en tu mejor domingo,
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| La forma en que tu mamá te hubiera vestido
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| Y te das cuenta de que ya no importa
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| porque todo lo que quieres son los brazos de mamá.
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| Da vueltas y vueltas y vueltas.
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| Las estaciones cambian, el joven crece
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| Entender que todo es parte de algún plan.
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| Solías preguntarte de qué se trata todo esto.
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| Ahora esas son preguntas de las que puede prescindir.
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| Te ríes de ellos y haces lo mejor que puedes
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| Pero todo lo que quieres son los brazos de mamá.
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| Todo lo que quieres son los brazos de mamá. |