| El polvo y el desorden de nuestras mañanas,
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| prometo que nunca renunciaremos -
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| Tan borracho, aunque nuestras manos seguramente tejidas
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| Flotas enteras de barcos asombrosos...
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| Ahora nuestros barcos se alinean en los suelos del océano,
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| y la brecha del océano en la cresta,
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| y los sueños aterrorizados de nuestras andanzas
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| que una vez iluminaron nuestro camino ahora están escondidos…
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| Queremos punks en el palacio...
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| porque los punks tienen los sueños más hermosos
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| y nuestra pandilla es licorosa y encantadora,
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| e inteligente y dulce y delgado,
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| y arde con llama curiosa
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| que escupe y patea y brilla
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| y pregona el trabajo de despertar y probar...
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| No hay ninguno, a veces lo hay,
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| golpeado y amargo, pero aferrado a eso,
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| el poder es la provincia de los miserables idiotas
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| no hay ninguno pero a veces lo hay...
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| Policías en filas paralelas = ¡ciegos! |
| ¡ciego! |
| ¡ciego!
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| Los huesos rotos de pinos temblorosos
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| mientras suben las aguas vacías.
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| ¡Que la luz de nuestro esfuerzo aún brille!
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| ¡Ciego! |
| ¡Ciego! |
| ¡Ciego!
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| ¡Que la luz de nuestro esfuerzo aún brille!
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| ¡Que la luz de nuestro esfuerzo aún brille!
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| Ama al caballo o deja el caballo,
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| Ama al caballo o deja el caballo,
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| Amante oh amante oh amante oh amante…
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| (Maldito seas amante)
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| ¡Algunos! |
| ¡Corazones! |
| ¡Son! |
| ¡Verdadero!
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| ¡Algunos! |
| ¡Corazones! |
| ¡Son! |
| ¡Verdadero!
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| ¡Ay! |
| Vosotros, insulsos muchachos regordetes,
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| Ve a rasgar las alas por vana ganancia =
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| nuestras casas caseras como incendios forestales,
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| silbido bajo la lluvia dorada
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| y deslizar la correa y la cadena,
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| y deslizar la correa y la cadena --
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| porque algunos corazones son verdaderos
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| pero algunos corazones no son apenas verdad
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| pero algunos corazones son verdaderos... |