El cielo se partió sobre mí por los pecados,
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Deambulo por el ancho mundo para encontrar el amor.
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Detrás de la espalda es una mochila de la vida, y en las manos de una bolsa.
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Miré al cielo de repente, una lágrima fluyó.
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Algo tira de mi carga, no puedo ir.
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Y el alma por dentro sigue latiendo y gritando: “¡Vuela!”.
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Coro:
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Vuela, alma, vuela, alma, apúrate, de la vanidad de la envidia de la gente.
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Vuela, alma, y toca las nubes, donde está el amor eterno, donde está la pureza de la luz.
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Vuela, alma, vuela, alma, apúrate, de la vanidad de la envidia de la gente.
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Vuela, alma, y toca las nubes, donde está el amor eterno, donde está la pureza de la luz.
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Me paré y pensé, y volví a ir...
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Iluminado por el pensamiento de la luz, encontré la respuesta.
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No pidas que hayas vivido, recuerda, no mires atrás.
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¡Solo hacia la luz, solo hacia el cielo, afortunadamente al azar!
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Coro:
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Vuela, alma, vuela, alma, apúrate, de la vanidad de la envidia de la gente.
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Vuela, alma, y toca las nubes, donde está el amor eterno, donde está la pureza de la luz.
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Vuela, alma, vuela, alma, apúrate, de la vanidad de la envidia de la gente.
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Vuela, alma, y toca las nubes, donde está el amor eterno, donde está la pureza de la luz.
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Vuela, alma, vuela, alma, apúrate, de la vanidad de la envidia de la gente.
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Vuela, alma, y toca las nubes, donde está el amor eterno, donde está la pureza de la luz.
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¡Vuela, vuela, vuela, vuela, alma! |