| Somos los hombres huecos. |
| Somos los hombres de peluche
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| Inclinándose juntos. |
| Tocado relleno de paja. |
| ¡Pobre de mí!
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| Nuestras voces secas, cuando susurramos juntos
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| Son silenciosos y sin sentido como el viento en la hierba seca
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| O patas de rata sobre vidrios rotos en nuestra bodega seca
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| Forma sin forma, sombra sin color
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| Fuerza paralizada, gesto sin movimiento;
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| Los que han cruzado con ojos directos, al otro reino de la muerte
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| Recuérdanos, si es que lo haces, no como almas violentas perdidas, sino solo
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| Como los hombres huecos. |
| los hombres rellenos
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| Ojos que no me atrevo a encontrar en sueños en el reino de los sueños de la muerte
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| Estos no aparecen: Allí, los ojos son la luz del sol en una columna rota
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| Allí, hay un árbol balanceándose y hay voces en el canto del viento.
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| Más distante y más solemne que una estrella que se desvanece
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| Déjame no estar más cerca en el reino de los sueños de la muerte
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| Déjame usar disfraces tan deliberados
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| Abrigo de rata, piel de cuervo, bastones cruzados en un campo
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| Comportarse como se comporta el viento
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| No más cerca. |
| No esa reunión final en el reino del crepúsculo
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| Esta es la tierra muerta. |
| Esta es la tierra de los cactus
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| Aquí se levantan las imágenes de piedra, aquí reciben
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| La súplica de la mano de un muerto
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| Bajo el brillo de una estrella que se desvanece
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| (¿Es así en el otro reino de la muerte?)
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| Despertar solos a la hora en que estamos temblando de ternura
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| Labios que se besarían de oraciones a la piedra rota
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| Los ojos no están aquí. |
| Aquí no hay ojos
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| En este valle de estrellas moribundas. |
| En este valle hueco
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| Esta mandíbula rota de nuestros reinos perdidos
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| En este último de los lugares de encuentro
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| Andamos a tientas y evitamos hablar
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| Reunidos en esta playa del río tumid
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| Ciego, a menos que los ojos reaparezcan como la estrella perpetua
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| Rosa multifoliada del reino crepuscular de la muerte la única esperanza de los hombres vacíos
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| Entre el deseo y el espasmo. |
| Entre la potencia y la existencia
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| Entre la esencia y el descenso cae la sombra
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| Porque tuyo es el reino
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| Esta es la manera que el mundo termina
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| No con una explosión sino con un gemido |