| En mi casa de Liverpool, en mi casa de Liverpool
|
| Hablamos con un acento sumamente raro
|
| Reunirse bajo una estatua extremadamente desnuda
|
| Y si quieres una Catedral, tenemos una de sobra
|
| En mi casa de Liverpool
|
| Nací en Liverpool, junto a los muelles
|
| Mi religión era católica, la ocupación golpea duro
|
| En el robo de camiones era experto
|
| Y debajo de un abrigo cada noche dormimos
|
| En mi casa de Liverpool, en mi casa de Liverpool
|
| Hablamos con un acento sumamente raro
|
| Reunirse bajo una estatua extremadamente desnuda
|
| Y si quieres una Catedral, tenemos una de sobra
|
| En mi casa de Liverpool
|
| Bueno, cuando crecí, conocí a Bridget McGann
|
| Ella dice: «No eres mucho, pero necesito un hombre»
|
| «Porque quiero dieciséis niños y una casa en Speke»
|
| Bueno, el espíritu estaba dispuesto pero la carne era débil
|
| En mi casa de Liverpool, en mi casa de Liverpool
|
| Hablamos con un acento sumamente raro
|
| Reunirse bajo una estatua extremadamente desnuda
|
| Y si quieres una Catedral, tenemos una de sobra
|
| En mi casa de Liverpool
|
| En mi casa de Liverpool, en mi casa de Liverpool
|
| Hablamos con un acento sumamente raro
|
| Reunirse bajo una estatua extremadamente desnuda
|
| Y si quieres una Catedral, tenemos una de sobra
|
| En mi casa de Liverpool
|
| Allá por los años cuarenta, el mundo se había vuelto loco
|
| El señor Hitler nos tiró todo lo que tenía
|
| Cuando el humo y el polvo se habían despejado del aire
|
| «Gracias a Dios», dijo mi viejo, «¡la cabeza del muelle todavía está allí!»
|
| En mi casa de Liverpool, en mi casa de Liverpool
|
| Hablamos con un acento sumamente raro
|
| Reunirse bajo una estatua extremadamente desnuda
|
| Y si quieres una Catedral, tenemos una de sobra
|
| En mi casa de Liverpool |