| Fabricante de automóviles Sergey Lapitsky
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| Te dejaré, diré al final: "Lo siento".
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| Me iré, pero nunca encontrarás la paz.
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| Me iré, porque mi corazón se ha emborrachado hasta el fondo.
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| Me iré, pero te quedarás solo con lágrimas.
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| Me llamas, ni un solo sonido en respuesta.
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| Abrirás tus brazos, pero no hay amado.
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| Y levantarás tus palmas, y comenzarás a orar en silencio,
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| Para que aparezca, regrese al menos en un sueño,
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| Y, al no ver el camino, te precipitarás en el camino triste
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| Siguiéndome, sin esperanza de encontrarme y devolverme.
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| Será otoño. |
| Por la noche se reunirán tus amigos.
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| Alguien te abrazará, hablará de amor.
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| ¿Serás indiferente a él, indiferente a él,
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| Porque en este momento te abrazaré invisiblemente.
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| De nada sirve seducirte y tentarte con la novedad -
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| Aunque quieras, no puedes cambiarme.
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| Habrá un recuerdo amargo, como un centinela, parado a la puerta,
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| Y el arrepentimiento colgará como una piedra en tu cuello.
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| Y extenderás tus manos y abrazarás el aire de la noche,
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| Y entonces entenderás que rompiste conmigo para siempre.
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| Y llegará la primavera, renovará y despertará al mundo entero.
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| Florecerán las margaritas, se abrirá el jazmín blanco.
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| El aroma de los sueños embriagadores y espesos se desbordará,
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| Sólo la amargura de la separación envenenará la bebida de la primavera.
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| Tus dedos temblarán, tejiendo una corona blanca,
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| Y entre lágrimas te acordarás del que hoy está lejos,
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| que desapareció y se derritió como una huella en la arena suelta,
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| Y te legó permanecer en lágrimas y anhelo,
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| Lucha solo, temblando como la hierba nocturna...
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| ¡Aquí está mi maldición!
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| ¡Aquí está mi maldición!
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| ¡Aquí está mi maldición!
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| ¡Y que estas palabras se hagan realidad! |