| De Shanghái a Bangkok en pocas palabras
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| Sydney a Caracas los días que pasan sin ti
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| Arrastrando el aburrimiento de puerto en puerto a bordo del dron
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| Creo que en unos días es largo.
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| Es por ti mi linda que salí victoriosa
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| De estas islas perdidas donde se mata donde se muere
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| Tiré todos mis remordimientos por la borda mi conciencia
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| Salir victorioso del cabo de la desesperación
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| Te prometí cuando te dejé
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| Para conquistar un continente
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| Saquear toda la fortuna de la tierra
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| Habría tantos que no sabríamos qué hacer con ellos.
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| Te prometí cuando te dejé
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| Monedas de oro para tu pulsera
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| creo que falló
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| De Shanghai a Bangkok entre los muelles paseé
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| Las chicas de color me dieron su corazón para amar
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| Cuando estaba demasiado oscuro fui a verlos y sin embargo
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| Eres tu quien tiene mi corazon linda flor que tanto amo
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| Pensando que me estaba haciendo rico, vi perecer mis dólares
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| Juegos de dados o de póquer al azar
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| Cuando el piano con correas tocaba la famosa melodía que amabas
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| No soy melómano pero me llevó la ola al alma
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| Te prometí cuando te dejé
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| Para volver cargado de diamantes
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| Suficiente para hacer que el sol y la luna palidezcan
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| Pero mi única fortuna es piel y huesos
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| Te prometí cuando te dejé
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| Para poder merecerte
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| creo que falló
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| Adiós Shanghái Bangkok y mi desembarco marinero
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| Porque la siguiente parada es el Canal Saint-Martin
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| Solo tendré la maravilla de un pequeño sol en mis manos
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| Pero cuando nos volvamos a encontrar
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| La felicidad por la que pagaremos
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| valdrá unos pocos millones de quilates
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| Y creo que seremos lo suficientemente ricos como están |