| Deja que el río te meza como una cuna
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| Sube a las copas de los árboles, niño, si puedes
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| Deja que tus manos hagan un nudo sobre la mesa
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| Ven y toca las cosas que no puedes sentir
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| Y cierra las yemas de tus dedos y vuela donde no pueda sostenerte
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| Deja que la lluvia del sol caiga y deja que las nubes cubiertas de rocío te envuelvan
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| Y tal vez puedas cantarme las palabras que te acabo de decir
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| Si todas las cosas que sientes no son lo que parecen
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| Y no te preocupes por mí porque no soy nada más que un sueño
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| El pájaro burlón canta cada canción diferente
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| Cada canción tiene alas, no durarán mucho
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| ¿Piensan los que oyen que está haciendo mal?
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| Mientras la campana de la iglesia toca su canción de una nota
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| Y la campana de la escuela está tintineando a la multitud
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| Ven aquí donde tus oídos no pueden oír
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| Y cierra los ojos, niño, y escucha lo que te diré
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| Sigue en la noche más oscura los sonidos que pueden impulsarte
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| Y la canción que estoy cantando puede perturbarte o servir para sofocarte
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| Si todos los sonidos que escuchas no son lo que parecen
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| Entonces no te preocupes por mí porque no soy nada más que un sueño
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| El creciente olor a hierba recién cortada
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| Las ciudades asfixiadas se ahogan y gritan con gas humeante
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| Sostengo algunas uvas hacia el sol
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| Y su sabor rompe en mi lengua
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| Con lenguas ansiosas probamos nuestra lucha
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| Y llena nuestros pulmones de mares de vida
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| Ven a probar y oler las aguas de nuestro tiempo
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| Y cierra tus labios, niña, tan suavemente que podría besarte
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| Deja que tu flor se perfume y que los vientos te acaricien
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| Mientras camino por el jardín, espero no extrañarte
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| Si todas las cosas que saboreas no son lo que parecen
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| Entonces no te preocupes por mí porque no soy nada más que un sueño
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| El sol y la luna surgen
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| Y los veremos pronto a través de días y noches
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| Pero ahora las hojas de plata son espejos, traen delicias
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| Y los colores de tus ojos son ardientemente brillantes
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| Mientras la oscuridad ciega los cielos con toda su luz
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| Ven a ver donde tus ojos no pueden ver
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| Y cierra los ojos, niño, y mira lo que te mostraré;
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| Deja que tu mente se tambalee y deja que la brisa te sople
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| Y tal vez cuando nos encontremos, de repente te reconoceré
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| Si todas las cosas que ves no son
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| Bastante lo que parecen
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| Entonces no te preocupes por mí porque no soy nada más que un sueño
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| Y puedes seguir; |
| Y puedes seguir; |
| seguir… |