| Un leopardo con un niño inofensivo se acostó
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| Y no se vio a ninguna bestia salvaje fruncir el ceño
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| El lobo hizo con el cordero puede morar en paz
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| Su sombría naturaleza carnívora allí cesó
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| El león con el toldo fatigoso se movió
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| Y un niño los guiaba en amor
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| Hace mucho tiempo había un joven pintor
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| ¿Quién soñó que toda criatura venía
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| y permanecieron reunidos a su lado
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| Y pintó la vista que había endulzado su noche
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| Por las cien veces antes de morir
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| Un león cabrito y una serpiente y un niño
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| Con los ojos muy abiertos y formal y sonriendo como si el sol se hubiera detenido
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| Y el tiempo había dejado de moverse
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| Y el lobo y el cordero
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| vino y comió de su mano
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| Y un hijo varón los guiaba en amor
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| Amigo, ¿has visto todas las líneas y los espacios?
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| Los colores que ve el viejo pintor
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| En el reino de paz que brilla en los rostros
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| De personas de tiempos más suaves que estos
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| Me encuentro a la deriva estos días
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| Y un laberinto interminable de fines y caminos
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| Y los mundos parecen tan locos por estar aquí
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| Pero mira hacia otro lado mira hacia otro lado
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| Atrás o adelante desde hoy
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| A las visiones de necios o de locos
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| Oh, mi amigo, ¿has visto todas las líneas y los espacios?
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| Los colores que ve el viejo pintor
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| En el reino de paz que brilla en los rostros
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| De personas de tiempos más suaves que estos
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| Un lugar tan hermoso
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| Lleno de gozo lleno de gracia
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| Estaba bañado en nuestra santa mentira amarilla
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| A qué aprender a saber que tales cosas no pueden ser tan
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| Solo podía creer que podrían
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| Oh, mi amigo, ¿has visto todas las líneas y los espacios?
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| Los colores que ve el viejo pintor
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| En el reino de paz que brilla en los rostros
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| De personas de tiempos más suaves que estos
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| Amigo, ¿has visto todas las líneas y los espacios?
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| Los colores que ve el joven pintor
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| En el reino de paz que brilla en los rostros
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| De personas de tiempos más suaves que estos |