| Al otro lado del océano, bajo la arena
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| Que se metió en tus heridas
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| Al otro lado del océano, bajo la tierra
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| que ahora consumes
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| Allí duerme un demonio
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| Se despierta de noche a la luz de la luna
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| Y está mirando mientras duermes
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| Mientras te sientas y sueñas
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| A toda la gente riéndose, recogiendo las conchas
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| Demasiado preocupado por los bronceados, nadie puede decir
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| Terminan vacíos, queriendo, preguntándose
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| Hueco como las conchas
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| En las costas de los marineros y los cuentos que nunca
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| Dile a sus doncellas y niños
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| Cuentos que nunca contarán
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| Al otro lado del océano, bajo el agua
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| Que se metió en tus pulmones
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| Allí duerme un demonio
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| Sabe exactamente en lo que te convertirás.
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| Y está mirando mientras duermes
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| Mientras te sientas y sueñas
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| A toda la gente riéndose, recogiendo las conchas
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| Demasiado preocupado por los bronceados, nadie puede decir
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| Terminan vacíos, queriendo, preguntándose
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| Hueco como las conchas
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| En las costas de los marineros y los cuentos que nunca
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| Dile a sus doncellas y niños
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| Cuentos que nunca contarán
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| Mientras sueñas, más allá del sueño
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| Deja atrás las cosas que guardas
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| Mientras sueñas, más allá del sueño
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| Deja atrás las cosas que guardas
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| Terminan vacíos, queriendo, preguntándose
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| Hueco como las conchas
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| En las costas de los marineros y los cuentos que nunca
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| Dile a sus doncellas y niños
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| Cuentos que nunca contarán
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| Nunca le dirán a sus doncellas y bebés
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| Cuentos que nunca contarán
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| Terminan vacíos, queriendo, preguntándose
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| Hueco como las conchas |