| ¡Levántate y lidera la danza del destino!
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| ¡Levanta la canción que los mortales odian!
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| Di qué derechos son nuestros en la tierra
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| Sobre todo el nacimiento humano
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| ¡Vengadores somos de pies para la venganza!
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| Aquel cuyas manos son limpias y puras
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| Nada tiene que temer nuestra ira;
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| Calma sus días sin nubes aguantar
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| Pero el hombre que busca esconderse
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| Como él, sus manos empapadas de sangre
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| Testigos de los que murieron
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| La tropa de las Furias permanece para siempre
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| Por luz son nuestros pasos
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| Y perfecta es nuestra fuerza
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| Recuerdos horribles de culpa y crimen
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| Implacable a la oración mortal
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| ¡Sobre nuestra víctima, ven y comienza!
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| Ven, el encantamiento canta
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| Frenético todo y enloquecedor
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| Al corazón una marca de fuego
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| ¿Oyes el himno de las Furias?
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| Lo que afirma que los sentidos se oscurecen
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| Sin sintonía con la suave lira
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| Marchitando el alma dentro
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| Orgullo de todos los de nacimiento humano
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| Glorioso en el ojo del día
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| Dishonored se derrite lentamente
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| Pisoteado, pisoteado a la tierra
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| Lejos de los dioses, sin honor, y la luz del cielo
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| Mantenemos el temor de nuestras moradas sin voz
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| Todos no abordados por vivos o muertos
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| Lo mortal no siente asombro
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| ni tiembla ante nuestro nombre
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| Escuchando nuestro destino...
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| La ley eterna…
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| Porque vieja es nuestra fama
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| Puede que nunca falle sus debidos honores
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| Aunque bajo la tierra nuestro reino en regiones sin sol palidece |