| (¿Puedes manejar a otro héroe de la guitarra?
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| Déjame darte una pequeña pista:
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| ¡Aleluya, hare krishna, sí, sí, sí!
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| ¡George Harrison!)
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| Bueno, tu puerta de tren, sabes que no puedo saltarla
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| A veces se vuelve tan difícil, ya ves
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| Estoy sentado aquí tocando mi trompeta
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| Con todas estas promesas que me dejaste
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| Pero, ¿dónde estás esta noche, dulce marie?
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| Pues te esperé cuando estaba medio enferma
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| Sí, te esperé cuando me odiabas
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| Bueno, te esperé dentro del tráfico congelado
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| Cuando supiste que tenía otro lugar para estar
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| Ahora, ¿dónde estás esta noche, dulce marie?
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| Bueno, cualquiera puede ser como yo, obviamente.
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| Pero entonces, ahora de nuevo, no muchos pueden ser como tú, afortunadamente.
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| Bueno, seis caballos blancos que prometiste
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| Finalmente fueron entregados a la penitenciaría
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| Pero para vivir fuera de la ley, debes ser honesto
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| Sé que siempre dices que estás de acuerdo
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| Bueno, ¿dónde estás esta noche, dulce marie?
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| Bueno, no sé cómo sucedió.
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| Pero el capitán del barco fluvial, él conoce mi destino
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| Todos los demás, incluso tú mismo
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| Solo tendré que esperar.
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| Bueno, tengo la fiebre en mis bolsillos
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| El borracho persa me sigue
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| Y te lo puedo llevar a tu casa pero no lo puedo abrir
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| Ves, olvidaste dejarme con la llave
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| Sí, ¿dónde estás esta noche, dulce Marie?
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| Sí, ¿dónde estás esta noche, dulce Marie? |