| Quizá quiera hablar como las estrellas, para deslumbrarlo un poco
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| Solo estoy escupiendo guijarros debajo de la lona.
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| Que me dejan miserable, un sabor a polvo en mi boca
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| Por mucho que quiera sonreír como el sol para iluminar sus ojos
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| Solo enciendo fuegos de paja miserables
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| Que me sofocan bajo las cenizas
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| Y eclipsarme por completo en la oscuridad, en la oscuridad
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| Puede que quiera escucharlo sin cesar
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| Háblame de su vida, sus sueños, sus anhelos
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| Sólo resuena este eco inquietante
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| De mi corazón como metal gritando, por mucho que quiera
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| No importa cuánto quiera lunas crecientes
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| Cuelga en nuestro cabello un destino de fortuna
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| No importa cuánto quiera arrojarle mi corazón
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| Por mucho que quiera llenar la ausencia
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| Cubre para siempre el sonido de su silencio
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| Solo estoy pintando con pintura descolorida
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| Un espacio repentinamente sobredimensionado
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| Por mucho que quiera, por mucho que quiera, por mucho que quiera
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| Por mucho que quiera sonreír como el sol para iluminar sus ojos
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| Para deslumbrarlo un poco, solo enciendo fuegos de paja
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| Destellos ridículos, destellos ridículos, ridículos
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| No importa cuánto quiera lunas crecientes
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| Cuelga en nuestro cabello un destino de fortuna
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| No importa cuánto quiera arrojarle mi corazón
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| Por mucho que quiera llenar la ausencia
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| Cubre para siempre el sonido de su silencio
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| Solo estoy pintando con pintura descolorida
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| Un espacio repentinamente sobredimensionado
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| Por mucho que quiera, por mucho que quiera, por mucho que quiera
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| Por mucho que quiera, por mucho que quiera, por mucho que quiera. |