| El tiempo nunca es un sanador
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| Ves el reloj de arena en esta luz
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| En un portento de quitar la lógica
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| Tomaste mi cabeza y construiste un supermercado en ella
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| Cavando mientras el anochecer aún mostraba
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| Y la banda de música era solo otro maldito espejismo
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| O una llave de coche
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| Una llave de coche para ayudarnos a huir del agujero
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| En un pretexto de inducir el vómito
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| Tomaste mi cabeza y construiste un supermercado en ella
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| Tratando de mantenerlo bajo
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| Un necrófago destrozado, lanzas la montaña
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| Al otro lado del borde del fratricidio
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| Un necrófago destrozado, lanzas la montaña
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| Hasta que no tenga dónde esconderme, esconderme, esconderme.
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| En el corazón de la máquina base
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| Puedes entretenerte
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| Entretener lo que sabes
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| Y vino y me voló el cerebro
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| Sin candelabros, toma lo mejor de mí
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| Conviérteme en un niño
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| Trataré de tomarlo, esconderme en ti
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| No intentes tomarlo y verlo rodear
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| Trataré de tomarlo, esconderme en ti
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| Señor, protégeme de la violencia
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| Oh cariño…
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| El tiempo, es una cosa voluble
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| A través de días, meses y minutos
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| Nos olvidamos de cantar
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| Un horizonte envuelve el este
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| Y la desgracia occidental se borra libremente
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| Un truncamiento del poder de César
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| Vinimos, vimos, armamos nuestras vidas
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| Mendigar, engañar, mentir, robar
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| Las partes de ti que componen los lados olvidados
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| ¡Dame una pared!
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| ¡Dame una pared!
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| ¡Dame una pared!
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| Un necrófago destrozado, lanzas la montaña
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| Al otro lado del borde del fratricidio
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| Un necrófago destrozado, lanzas la montaña
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| Hasta que no tenga dónde esconderme, esconderme, esconderme |