| Y siempre en la mañana borracha
 | 
| Café viejo, tostadas frías
 | 
| Mermelada de naranja y cuero de zapato viejo
 | 
| Una linea de vitaminas
 | 
| Para purificar los varios pecados
 | 
| Esa ayuda para mantener unida mi alma sombreada
 | 
| temblé con el millón de cosas
 | 
| El taxista empieza a cantar
 | 
| Una de mis canciones, la que menos me gusta
 | 
| Dice: «Ese fue el único que me gustó»
 | 
| Mi cara se agrieta, mi miseria
 | 
| Aumentó.  | 
| Oh mi miseria
 | 
| «Ay mi miseria»
 | 
| Sé que tu nombre es todos los días
 | 
| Para mantener mi cordura a raya
 | 
| Un millón de manías para hacerme sufrir
 | 
| El teléfono suena constantemente
 | 
| Siento la necesidad de lanzar un ataque
 | 
| O tira el teléfono, golpea la pared
 | 
| ¿YO?  | 
| en mi cabeza y?
 | 
| Hasta varias pulgadas pequeño
 | 
| Y hay una voz en mi oído derecho
 | 
| Una voz en mi oído izquierdo
 | 
| Se está poniendo difícil de escuchar y
 | 
| La claustrofobia me asfixia de miedo
 | 
| Necesito un arma para volarme los sesos
 | 
| O volar los sesos de cualquier
 | 
| Lechón de pie en mi camino, hoy
 | 
| ¡Estar atento!
 | 
| (Bang bang, dispara dispara)
 | 
| (Bang bang, dispara dispara)
 | 
| (¡Cuidado, cuidado, cuidado!)
 | 
| (Bang bang, dispara dispara)
 | 
| (Bang bang, dispara dispara)
 | 
| (¡Cuidado, cuidado, cuidado!)
 | 
| Un millón de manías todos los días
 | 
| Para mantener mi cordura a raya
 | 
| Un millón de manías para hacerme sufrir
 | 
| Me pesan un millón de manías
 | 
| Neurosis obligándome a ahogarme
 | 
| Esto no podría pasarle a ningún otro
 | 
| Perro o su madre, hermano
 | 
| Y tirado en cada sentido por perros salvajes
 | 
| Y me balanceo como un cadáver
 | 
| Sobre una cuerda que se vuelve verde con náuseas
 | 
| Y un marinero blanco de ira
 | 
| Un toque de púrpura justo alrededor de la garganta
 | 
| Y te revuelcas en mi mar de perdición
 | 
| Y estirarte en un cuarto privado
 | 
| ¿UN?  | 
| tumba para venir a buscarme pronto
 | 
| Una rapsodia de sufrimiento
 | 
| Como mil almas que lloran
 | 
| Extiende sus manos por pedazos de mí
 | 
| Para fijar como momentos morbosos
 | 
| En sus habitaciones
 | 
| Y luego golpea la mesa
 | 
| ¿Y?  | 
| golpea la puerta
 | 
| ¿YO?  | 
| de vuelta en sus cuencas
 | 
| Y mis amigos me piden que lo detenga
 | 
| ¿Y yo?
 | 
| ¿Y me los quedo?  | 
| en el suelo
 | 
| Y recojo todas las piezas
 | 
| Y los pego de nuevo
 | 
| ¿Y un enojado? |