| Oh, escucha, los tambores suenan, mi amor, ya no podemos quedarnos
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| Los cuernos de la corneta suenan claros, y debemos marcharnos
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| Se nos ordena ir a Portsmouth, y son muchas las millas cansadas
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| Para unirse al ejército británico a orillas del Nilo
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| Oh, Johnny, querido Johnny, no me dejes aquí para llorar
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| No me hagas maldecir y lamentar el día en que nací
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| Porque la separación de nuestro amor sería como separarse de mi vida
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| Iré contigo, querido Johnny, y seré tu esposa.
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| Oh, mi Nancy, querida Nancy, eso es algo que no puede ser tan
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| El coronel ha ordenado que ninguna mujer de allí vaya
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| Debemos abandonar a nuestros propios amores, así como nuestro suelo nativo
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| Para luchar contra los soldados alemanes en las orillas del Nilo
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| Pero me cortaré el pelo amarillo y te acompañaré.
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| Me vestiré de uniforme y también veré Egipto
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| Marcharé bajo tu estandarte mientras la fortuna sonríe
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| Y nos consolaremos unos a otros a orillas del Nilo
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| Pero tu cintura, es demasiado delgada, amor, tus dedos, ellos
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| son demasiado pequeños
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| Y los sofocantes soles de Egipto arruinarían tus mejillas rosadas
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| Donde los cañones, hacen traqueteo, y las balas, hacen volar
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| Y las trompetas de plata suenan tan fuerte para ocultar los lúgubres gritos
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| Oh, malditas sean esas guerras crueles que alguna vez comenzaron
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| Porque han despojado a la vieja Irlanda de muchos hombres valientes
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| Nos quitaron a nuestras propias amadas mientras sus cuerpos,
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| dan de comer a los leones
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| En los desiertos secos y arenosos que son las orillas del Nilo |