| En el vientre de Douglas vagó entre las nubes en la noche
|
| Y miró las estrellas
|
| Y en mi bolsillo hay una llave perdida
|
| Todo sonó fuera del trabajo,
|
| Y las uvas saltaron sobre mí en la red,
|
| Acróbata de anhelo;
|
| Mi Leningrado natal estaba lejos de mí,
|
| Y las arenas están cada vez más cerca.
|
| El ala parpadeó como acero sin plata,
|
| Acercándose a la luna
|
| Y el chuchmek en el sombrero vomitó y fluyó
|
| Está bajo mis pies.
|
| Mi cerebro en el olvido latía como un témpano de hielo en un vaso:
|
| Más de un sexto
|
| Enroscó sus halos en el cielo con un rugido
|
| Santo de dos cabezas.
|
| Huí del destino, de debajo de cielos bajos,
|
| De días aplanados
|
| De los apartamentos donde morí y donde resucité
|
| De las sábanas de otras personas;
|
| De los que exprimían la mente con una corona de rizo
|
| Revelaciones, de las manos,
|
| Caí ante quién y caí boca abajo
|
| De los cuales al sur.
|
| La felicidad de esta tierra, que es realmente redonda,
|
| Lo que el alumno no toma
|
| Desde la esquina donde conducido, la libertad de la esquina,
|
| Pero también viceversa;
|
| ¿Qué hay en la bolsa del gato cerca del espacio astutamente?
|
| mordiendo un agujero
|
| Para secar la plata de las lágrimas europeas
|
| En el viento asiático.
|
| ¿Qué en el mundo - o más bien, en un enorme velmy,
|
| En uno de los seis
|
| ¿Qué más puedo hacer sino no dar portazos?
|
| ¡Sí, sacude las llaves!
|
| Porque es realmente más honesto que compartir nuestro don nadie
|
| Mundo redondo para dos
|
| Cambia toda la tristeza de los días y las noches.
|
| En su sin dirección.
|
| Sopla en mis piedras no por conciencia y miedo,
|
| Pero por conciencia y vergüenza.
|
| ¿Me ahogaré en las arenas, me romperé en las montañas?
|
| O Dios perdonará
|
| Todo es uno, como un petit que se ha extraviado
|
| Memoria mortal para:
|
| Megalópolis honrará las nubes del ciudadano,
|
| El renegado es la Tierra.
|
| Pero, oirás cuando no me encuentres De día a la luz del fuego,
|
| Cómo retumban las hélices al principio en Bykovo:
|
| esto es recordarme
|
| Espejos de todos los radares, reflectores, cara
|
| mi custodia en el interior;
|
| Y el coro extra-templo - del orador un grito
|
| Explosión de cobre: ¡mira!
|
| ¡Hay un hombre volando! |
| ¡No estés triste! |
| ¡Sonreír!
|
| el esta mirando hacia abajo
|
| y exprime un racimo de uvas en su mano,
|
| Como el dios Dionisio. |