| que de cuerpo en cuerpo y de año en año
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| ¿Esto lleva a un viaje?
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| Donde el mercurio mostraba la temperatura
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| Hay demasiadas razones para correr riesgos.
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| identificador privado,
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| mente colectiva…
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| No hay hechos, sino argumentos.
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| inmediatamente convencido
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| ¿Qué pasa si todas las preguntas
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| solo desentrañar,
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| ¡Entonces nadie puede escapar a la respuesta!
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| Despacio pero muchas veces
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| El mundo interior nos cambia
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| Como un cuento de hadas a la orden...
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| La tecnología es clara.
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| Un paso adelante y dos atrás.
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| A veces parece ridículo
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| Todo esto está cegado por sílabas.
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| Los programas antiguos fallaron
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| Esconder el psicotrauma detrás de ti.
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| ¡Son medios tonos! |
| ¿O toneladas de billetes?
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| ¿O es el susurro del terciopelo?
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| ¿billetes?
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| Aquí, por kilómetros, se escucha un repique
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| monedas
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| Empecemos el concurso mental:
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| Todo lo que las manos escriben y el ojo lee
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| Consiste en un sinfín de frases.
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| Significado perdido durante muchos años.
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| espalda,
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| Después de todo, no se pueden decir en lenguaje.
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| Cuantas palabras dulces arderán
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| ¿Acariciando todo en voz alta?
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| De paso, el néctar se espesará hasta convertirse en veneno...
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| ¡¿Cómo se puede probar tal teorema sin refutarlo?!
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| A veces parece ridículo
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| Todo esto está cegado por sílabas.
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| Los programas antiguos fallaron
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| Esconder el psicotrauma detrás de ti.
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| Mirada aleatoria mientras se borra
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| extremos, comprendidos,
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| Que los que están al timón ya no son capaces de
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| salva a todos...
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| Y el miedo de la cara, en lágrimas
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| rompiendo, se tomó a sí mismo por sorpresa
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| detrás de la sombra de la espalda.
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| La chispa en los corazones oraba, arrepentida.
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| El último aliento, pero la mente pegajosa es implacable... |