| Gotas de rocío en el helecho de la selva
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| Los rayos de sol tocan las hojas.
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| Caras sucias y ennegrecidas miran mal
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| Batallón de los desvalidos
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| Determinado ahora a ganar
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| Espero que el señor tenga un ojo en mí
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| A las 8:15 (ocho uno cinco) el enemigo
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| Fue atrapado en nuestra trampa
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| Resistió solo para mantener la fe
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| No hay posibilidad de volver
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| Pérdida de horizontes
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| El enemigo fue asesinado
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| En solo un día ordinario
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| Él era el único
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| Quien cosechó los frutos de la gloria
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| Peligroso, se sentía divino
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| Y cuando lo conocí más tarde
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| Aunque todos los años pasaron
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| Peligroso y todavía estaba bien
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| el legionario
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| el legionario
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| el legionario
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| el legionario
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| Le dije: Cariño, no es mi taza
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| Tuve que dejar el paquete
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| Mi conciencia está doliendo demasiado
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| Así que no me esperes de vuelta
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| Pérdida de horizontes
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| mi destino estaba sellado
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| En solo otro día ordinario
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| Él era el único
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| Quien cosechó los frutos de la gloria
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| Peligroso, se sentía divino
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| Y cuando lo conocí más tarde
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| Aunque todos los años pasaron
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| Peligroso y todavía estaba bien
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| Pérdida de horizontes
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| Su destino estaba sellado
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| En solo otro día ordinario
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| Él era el único
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| Quien cosechó los frutos de la gloria
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| Peligroso, se sentía divino
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| Y cuando lo conocí más tarde
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| Aunque todos los años pasaron
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| Peligroso y todavía estaba bien
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| Tomó mil respiros
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| Desafió las sombras de la muerte
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| Peligroso, se sentía divino
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| Y cuando lo conocí por última vez
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| Tenía el yeso de coma
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| Inmóvil, cruzó la línea
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| el legionario |