| Por aquí
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| Estos niños caníbales quieren ser reyes
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| No ven que la bondad es coraje
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| O que la simpatía canta
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| Mucho más fuerte que la violencia
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| son amargos y drenados
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| Ojos de hielo miran desde figuras de llamas
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| Ellos con el pecho hinchado, inquietos, sin nombre
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| han llevado su dolor
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| Hasta el punto de ser indoloro
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| Entumecidos, jóvenes
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| Nuevos picaportes de Londres
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| Absorbiendo la monotonía
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| Y les hace querer huir de
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| El estado en el que se encuentran
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| Impotente, sin dinero
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| Plumas cortadas, encuentran alas de águilas
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| En la hermandad abandonada de la vida de pandillas
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| Esa vida bang-bang
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| Que grita más fuerte que un profesor sarcástico
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| Aplaudir dos veces
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| Y mirando hacia abajo una nariz asustada
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| Aprendieron que el respeto viene de hacer una pose
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| eso lo exige
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| Pero sabemos que el respeto y el miedo no son compatibles
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| Un largo camino desde el bate y la pelota
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| No juegan, dejan caer puñales
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| De los dedos empapados de sangre
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| Mientras sus hermanos yacen sangrando en los pasillos muertos
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| Pero como la sabiduría siempre ha dicho
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| La sangre engendra sangre y sigue derramándose
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| Así que los pavimentos están manchados
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| Y nuestros corazones están afligidos
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| Por aquí
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| Los niños caníbales quieren ser reyes
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| Pero no queda ninguna realeza
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| Por aquí
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| Las sirenas y los gritos flotan en el viento
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| Y hasta la calle se estremece
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| Miedo de nuestros pasos
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| Por aquí
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| Los niños caníbales quieren ser reyes
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| Pero no queda ninguna realeza
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| Las sirenas y los gritos flotan en el viento
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| Y hasta la calle se estremece
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| Mientras ese pánico paranoico
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| Va filtrándose a través del granito
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| De los bloques de brisa
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| Convertir nuestras ciudades en rebaños de ovejas
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| Me compadezco de aquellos cuyas rodillas golpean
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| Las víctimas de la máquina mediática
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| Pobres almas que han olvidado como soñar
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| Verás, esa mentalidad feroz es
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| Animado en los negocios
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| Te dicen, para ser un exitoso
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| Tienes que pisar algunos cuellos
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| Entonces, se gana mucho dinero a través de esa búsqueda corporativa.
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| Están vendiendo agua y encarcelando niños por vender trajes de pareja
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| Por favor, nacido en ciudades de industria empapadas de sangre
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| Informado del salvajismo
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| La infamia, la barbarie de la historia
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| Controlado, artificial y deprimido
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| Y atestiguado, y estresado y vejado
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| Es un mensaje que hemos recibido
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| Entonces podríamos propagar su sistema
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| De división, inhibición
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| Maldad y contradicción
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| Fuimos amamantados con la leche que agriaron
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| Dijo que el futuro era nuestro
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| Y luego destripado y desempoderado
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| Hemos sido deshonrados, sordos y desflorados
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| Nuestros cerebros brutalizados y nuestro desafío devorado
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| Y ahora están disparando armas y robando gatos.
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| Y tratando de arañar un poco la espalda
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| Pero cuando todo se rompe
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| Siempre comienza con un pequeño crack
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| Y luego astillas que se extienden por millas
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| Apuntando con el dedo a los trajes elegantes con sonrisas de cocodrilo.
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| Pero somos nosotros, tenemos la culpa
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| Dijo que la vida es todo intercambio
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| Dijiste que somos los hijos del capital
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| Que somos los hijos de la apatía
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| Que somos los hijos de esta realidad que cambia rápidamente
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| Pero mira, yo digo que lo aprendimos de ellos.
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| De sus reglas y sus caminos
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| Sus negocios legítimos engañan y deshonran
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| mira lo aprendemos de ellos
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| De sus reglas y sus caminos
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| Sus empresas legítimas engañan y deshonran
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| Mientras nosotros, hacemos lo que podemos
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| Porque vivimos en este lugar
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| Donde la verdad no se puede ver en la cara
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| Por aquí
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| Estos niños caníbales quieren ser reyes
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| Pero no queda ninguna realeza
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| Porque por aquí
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| Las sirenas y los gritos flotan en el viento
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| Y hasta la calle se estremece
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| Miedo de nuestros pasos
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| Por aquí
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| Estos niños caníbales quieren ser reyes
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| Pero no queda ninguna realeza
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| Porque por aquí
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| Las sirenas y los gritos flotan en el viento
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| Y hasta la calle se estremece
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| Sí, hasta la calle se estremece |