| Los músculos se desgarran el torniquete de la mañana mientras yo
|
| Me estoy acostumbrando a la agitación del sueño
|
| cálido, tranquilo
|
| Estoy obstinadamente tratando de renovarlos,
|
| Pero los hilos se pierden
|
| ¿Volverá a mí el recuerdo de
|
| ¿Qué me pica con una emoción acogedora?
|
| Un colchón de plumas vivo en un montón arrugado
|
| Presiono mi codo, pecho
|
| A la cama perezosa y desaliñada
|
| Los influjos de ayer llegaron a tiempo
|
| Y me cargan su equipaje
|
| Y en detalle se sumergen vivos
|
| Con inacabado, viejo
|
| Ideas y planes torpes,
|
| Pero aquí, escaldado de placer, encuentro el camino
|
| Y respiro un calambre cosquilloso
|
| Los ecos barrieron, destellaron, pincharon
|
| Me tiraron a la mesa, me tiraron por el borde de una silla
|
| Y los escalofríos fueron desde los codos hasta la coronilla
|
| Con un espasmo gozoso en el plexo solar
|
| Resucitó en mí como deja vu
|
| Sobreviviré a todas las palabras y reviviré.
|
| Duérmete adivinando, algo en los labios ya
|
| Pide aterrizar, pero no en papel
|
| Manténgalo siempre en modo de espera
|
| Ahora tengo prisa, pero no escucha mi llave.
|
| Moviendo furiosamente el ratón en una pila de libros
|
| Soporto con nerviosismo el susurro de botas,
|
| Y las filas ya chapotean alborozadas, entrando en los arroyos
|
| Aunque inmediatamente se atascan en ellos.
|
| Y los rompecabezas están todos llenos hasta el borde.
|
| Y los rastrillo, chapoteo
|
| Después de horas de murmullos, en un susurro ronco
|
| Pisar descalzo al ritmo
|
| Mucho fue filtrado por un tamiz
|
| Arréglalo aquí, bórralo allá
|
| Cansado de basura verbal por toneladas
|
| Leí todo el verso desconocido como si
|
| Y el temblor se arrastra de nuevo desde el estómago hasta el pecho
|
| Me gustaría describir este episodio de alguna manera. |