| En el frente en un banquillo frío,
|
| Cuando cesaron los disparos
|
| Soldados al son de la vieja talyanka
|
| Canté canciones sobre la Patria.
|
| Y acaba de venir de la batalla
|
| Un petrolero se volvió hacia mí:
|
| "¿Qué te ha traído el destino
|
| ¿Para visitarnos, camarada artista?
|
| No, no fue el destino lo que me trajo
|
| A ti aquí desde la lejana retaguardia,
|
| Vivo para que la canción viva
|
| ¡Y encontré el camino a los corazones!
|
| En una infancia desagradable distante
|
| Me hice amigo de la canción durante un siglo,
|
| Y con una buena canción, nuestro soviet,
|
| Honestamente serví a la Madre Patria.
|
| ¿Y cuánto más puedo trabajar?
|
| Y vivir y respirar
|
| quiero mi cancion
|
| Mi alma habló.
|
| quiero que la cancion sea
|
| Nuestra juventud, orgullo y fuerza
|
| quiero que la cancion viva
|
| Y encontró el camino a los corazones
|
| quiero que la cancion sea
|
| Con marineros en mares lejanos
|
| Y caminar junto a los soldados,
|
| Sonado en amplios campos
|
| Para que el piloto, volando en el cielo,
|
| Mineros descendiendo a la cara,
|
| Todos te llevaron, mi canción,
|
| A trabajar ya una hazaña contigo.
|
| Quiero que la canción flote
|
| Para volar, haz caminatas.
|
| Vivo para que la canción viva
|
| ¡Y encontré el camino a los corazones! |