| Calle Odessa, castañas viejas...
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| Otoño del Mar Negro, balas y nieblas...
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| Bajo fuegos formidables, en la hora amarga de la noche
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| Dejamos la ciudad, nuestra ciudad natal...
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| Los árboles tristemente nos despidieron.
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| "¿De dónde eres?" |
| susurraron en la oscuridad.
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| Y con anhelo en nuestros corazones respondimos:
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| "Somos marineros de Odessa".
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| Desde entonces, hemos estado en batallas más de una vez,
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| Expulsamos a los alemanes capturados de las aldeas.
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| Las mujeres caminaban hacia nosotros a la medianoche,
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| Nuestros hermanos de sangre nos abrazaron.
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| Cómo nos salieron al encuentro los hijos de la anciana,
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| "¿De dónde eres?" |
| - repitieron emocionados.
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| Nos adelantamos y respondimos en voz baja:
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| "Somos marineros de Odessa".
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| Por la querida Odessa, por el querido hogar,
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| ¡Vamos a la batalla por nuestros camaradas-amigos!
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| Pues que la noche es oscura, que el circulo es bajo -
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| ¡No en vano nuestros enemigos nos llaman diablos!
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| "¿De dónde eres?" |
| gritan: “No sabemos”.
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| "¿Cuál es tu fuerza? No entendemos".
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| Y estamos en guerra, respondemos con acero:
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| "Somos marineros de Odessa".
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| no sé, otoño o invierno brumoso,
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| Regresaremos a nuestra ciudad, nuestra ciudad deseada.
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| Pero conozco mi ciudad, querida casa vieja,
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| Se acerca este momento, ¡vendremos a ti!
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| Y el sonido alegre de las olas nos encontrará,
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| Llamaremos a nuestra ventana natal.
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| "¿De dónde eres?" |
| "¡Somos directamente del campo de batalla!"
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| ¡Los marineros han llegado a Odessa! |