| De repente recordé el sonido de las ruedas, cómo me conducía Stolypin
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| A esa tierra desconocida para mí que se llevó:
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| Mis sueños de joven, los rasgos de la primera niña.
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| Y la pureza cristalina de sus lágrimas.
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| Coro:
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| Y en la distancia las luces parpadearon
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| Días y noches desordenados.
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| Esa locomotora de vapor corría por los rieles
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| Desde las costas nativas más allá de los Urales.
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| Esa locomotora de vapor corría por los rieles
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| Desde las costas nativas más allá de los Urales.
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| Y a veces, lo confieso, no creía que volvería,
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| Pero, te acostumbras a todo, que así sea.
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| Que traten de romper la basura - no entienden
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| Si no me llevas a un espectáculo, no entraré.
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| He visto rotos, no se levantan, los que cayeron,
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| A quien la piel, a quien honrar - elegir.
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| Y lleva tu cruz por la vida según tu voluntad, aunque sin
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| No esperes milagros del destino y conoce.
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| Coro:
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| Y en la distancia las luces parpadearon
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| Mezclé las noches y los días.
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| Puede beber para quitar la tristeza
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| Todavía tengo casi un día en el camino.
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| Puede beber para quitar la tristeza
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| Todavía tengo casi un día en el camino.
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| Y el coche de hoy es mi remolque de pasajeros
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| Todo, desde los invitados, me lleva a casa.
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| El conductor lleva té, hay algo en él, me doy cuenta.
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| Si le guiño un ojo casualmente, me llamará.
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| Coro:
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| Y en la distancia las luces parpadearon
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| Mezclé las noches y los días.
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| Puede beber para quitar la tristeza
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| Todavía tengo casi un día en el camino.
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| Puede beber para quitar la tristeza
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| Todavía tengo casi un día en el camino. |