| A través de las aguas misteriosas
|
| Vidrio cubierto brumoso que espié
|
| Una triste procesión serpenteando
|
| El rastro seco y mortal
|
| Y como mi ojo telescopico
|
| Enfocado en la línea de marcha
|
| Se asentó sobre la corona caída
|
| Ahora cubierto con un velo
|
| El gran peso del luto
|
| Dibujó cada cabeza hacia el suelo
|
| Músculos tensos en los brazos de los portadores
|
| Cada cuerpo frío y frágil
|
| Y a través de la niebla de muselina
|
| Los tambores golpeando el único sonido
|
| Veinte barcos en la bahía
|
| Todo listo para zarpar
|
| Cenizas, llévame de vuelta a la tierra
|
| Agua, sacia mi sed humana
|
| Cenizas, llévame de vuelta a la tierra
|
| Agua, sacia mi sed humana
|
| Mis huesos empapados en el frío helado
|
| Y me arregló donde estaba
|
| Hasta que cada barco abandonó la orilla
|
| E hizo una línea para mí
|
| Nunca hubo una brisa
|
| Las hojas estuvieron en silencio todo ese día.
|
| Dicen que las velas eran fantasmas
|
| Que robó el viento para liberarlos
|
| Yo estaba paralizado
|
| No sentí nada más que el latido de mi miedo
|
| Mientras las llamas se elevaban y se tragaban todo
|
| El más grande de la flota
|
| Los otros dieron vueltas alrededor
|
| Y escuché cantar llenando el aire
|
| Las cenizas se levantaron alto
|
| estaban cayendo de nuevo en el mar
|
| Cenizas, llévame de vuelta a la tierra
|
| Agua, sacia mi sed humana
|
| Cenizas, llévame de vuelta a la tierra
|
| Agua, sacia mi sed humana |