| Dejaste tu cara en la entrepierna de una mala noche | 
| Tu moral es una alfombra picada por pulgas en el suelo y estas personas son revistas de muchachos. | 
| Hablando clichés en sus alegres harapos frenando la inundación, sacos de arena | 
| Solía estar bien por aquí, dijo el abuelo | 
| Pero ahora se tambalea y busca un Poundland | 
| Y todo lo que encontró fueron frijoles "expuestos" y nada de ketchup. | 
| Sriracha y huevos a las doce y cincuenta, etcétera | 
| Regateando con arterias endurecidas nos ladra el marketing | 
| Es difícil confiar en cualquier cosa que se nos pida | 
| Apostar con nada más que un puñado de temazepam | 
| Y estrangular a un maniquí durante minutos antes de lograr liberarte | 
| Y de vuelta al negocio, de vuelta a colgar la zanahoria en el palo | 
| Tus dientes suenan como panderetas | 
| Es una Adidas emboscada intravenosa con el candelero | 
| Arrancado entre sus dedos para los niños que lo creyeron | 
| Hombre, estos imbéciles son líderes | 
| Y son rápidos para propagar enfermedades cuando interactúan y cualquier otro Beavis | 
| en Internet está ansioso por ser visible | 
| Incluso en medio de otro descubrimiento metafísico, sus actuaciones lamentables | 
| Bufonadas, aprendices de todo y Autobots obstinados, mucho que decir | 
| Mmm | 
| Es tan real cuando te despellejas vivo | 
| Darse de baja | 
| Y todos tus amigos dicen: «¡Despelléjate vivo!» | 
| Darse de baja | 
| La línea del cabello que retrocedía dejaba los tatuajes de la cara colgando en su frente sobre riscos de | 
| su piel envuelta en niebla | 
| Entre las arrugas rojas se lee, «AMOR, SEXO, MUERTE» en letra infantil. | 
| Se agitó y murmuró a mi escuadrón... | 
| Sus ghouls le encontraron un trabajo limpiando los pisos con sus enormes ojos absorbentes. | 
| Obstruido con Insta modelos en pantalones cortos azotando el cadáver de la rave con | 
| bastón de papá | 
| Deja de acaparar los auxiliares, hombre... | 
| Así que aquí está el perro rabioso en el porche, babeando a los cerditos obesos | 
| reventando sus corchos | 
| Que tiran por las calles de la ciudad donde los niños les roban por deporte | 
| Empujando cemento húmedo en cada pensamiento sin fondo | 
| Revestiremos nuestras arterias con todos ustedes algún día | 
| Motas de grasa salpican los pequeños callejones flacos por aquí | 
| Nadie responde a tus tímpanos que suenan | 
| Las cuencas de los ojos están configuradas para vibrar... | 
| Así que llama al repartidor de drogas por tercera vez y transfórmate de estrella a | 
| adicto en el vaivén de la puerta de un auto | 
| La piel derretida en el asiento del pasajero burbujea y revienta | 
| Encontramos a Dios en la esquina a las cuatro y media... | 
| Pensé que eras duro con tus zapatos para correr con alambre de púas | 
| Ahora dejas un rastro revelador de sangre y alcohol cada vez que tus músculos se mueven | 
| La piel se filtra a través de cien tonalidades y se asienta en verde pantano, eternamente | 
| adecuado… | 
| Y se convirtieron en los insectos ahogados en sus cervezas artesanales que apenas se arrastraban | 
| de la suma de su último año de vida | 
| Darse de baja | 
| Y todos tus amigos dicen: «¡Despelléjate vivo!» | 
| Darse de baja |