| Hay un tren largo y negro bajando por la vía,
|
| Alimentándose de las almas que están perdidas y llorando.
|
| Rieles de pecado, solo queda el mal.
|
| Cuidado, hermano, con ese largo tren negro.
|
| Mira al cielo, puedes mirar al cielo.
|
| Puedes encontrar la redención mirándote a los ojos.
|
| Hay protección y hay paz lo mismo:
|
| Quemando tu billete para ese largo tren negro.
|
| Porque hay victoria en el Señor, digo.
|
| Victoria en el Señor.
|
| Aférrate al Padre y a su Santo nombre,
|
| Y no vayas a montar en ese largo tren negro.
|
| Hay un maquinista en ese largo tren negro,
|
| Haciendo que te preguntes si el viaje vale la pena.
|
| Él solo está esperando en tu corazón para decir:
|
| «Déjame viajar en ese largo tren negro».
|
| Pero sabes que hay victoria en el Señor, digo.
|
| Victoria en el Señor.
|
| Aférrate al Padre y a su Santo nombre,
|
| Y no vayas a montar en ese largo tren negro.
|
| Bueno, puedo escuchar el silbato a una milla de distancia.
|
| Suena muy bien, pero debo mantenerme alejado.
|
| Ese tren es una belleza que hace que todos miren,
|
| Pero su único destino es el medio de la nada.
|
| Pero sabes que hay victoria en el Señor, digo.
|
| Victoria en el Señor.
|
| Aférrate al Padre y a su Santo nombre,
|
| Y no vayas a montar en ese largo tren negro.
|
| Dije aferraos al Padre y a su Santo nombre,
|
| Y no vayas a montar en ese largo tren negro.
|
| Sí, cuidado hermano con ese largo tren negro.
|
| Ese diablo está conduciendo ese largo tren negro. |