| En la madrugada justo al amanecer
|
| me encuentro ante los pasos que debo dar
|
| Y sé que no podemos estar juntos
|
| No, no hoy, mañana o para siempre
|
| Como en un sueño giro por un momento
|
| Siento la alegría de que nuestro amor significó
|
| Duele saber que no podemos estar juntos
|
| No hoy, mañana o para siempre
|
| Ahora solo puedo soñar con Nueva York y París
|
| Y de los días en mi gran palacio de Moscú
|
| No lo olvidaré, lo recordaré siempre.
|
| Aunque te hayas ido, no solo por ahora sino para siempre
|
| Nunca olvidaremos, aleluya, aleluya
|
| Nunca olvidaremos, aleluya, aleluya
|
| No digas adiós mi amor, nuestros corazones tristemente anhelan
|
| ¿Puede ser verdad que no volverás?
|
| La forma en que dijiste que no podemos estar juntos
|
| No, no hoy, mañana o para siempre
|
| Y viviré para ti en cada lugar solitario
|
| En cada momento de sueño veré tu rostro
|
| Pero cuando me estiro y trato de tocar tu mano
|
| No estás ahí, oh dios, ¿cómo puedo entender?
|
| Y así adiós a un amor tan abandonado
|
| Un triste saludo a los pasos que ha dado el destino
|
| Las cartas están caídas, no podemos estar juntos
|
| Pero atesoraré tu recuerdo para siempre.
|
| El libro está cerrado ahora, no podemos estar juntos
|
| Pero en nuestros corazones nos tendremos el uno al otro para siempre
|
| Viviremos separados con amor juntos para siempre
|
| Viviremos separados, pero amaremos juntos para siempre |