| ¿Puedo comprarte algo, puedo acariciar tu cabello,
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| ¿Puedo tomar tu mano y llevarte a algún lado?
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| Eres un don nadie joven, eres un alma perfecta,
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| Eres un altar vacío que puede hacerme completo.
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| ¿Puedo llevarte a algún lado, puedo limpiar tus lágrimas,
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| ¿Puedo llenarte los bolsillos o hacerme amigo tuyo aquí?
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| Eres la oferta final para los hombres que llaman,
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| Mi más alto escondite, nuestra señora de Pigalle.
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| ¿Estarás ascendiendo en este calor de medianoche?
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| ¿Sobre un arbotante volador con pies de piedra?
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| En las revoluciones derribamos tus muros y luego
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| Redimirte, reclamarte, nuestra señora de Pigalle.
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| Eres un don nadie joven, soy una mirada pasajera
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| en la loca injusticia del romance eterno;
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| Amado, roto y acariciado,
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| Tú tenderás un puente sobre las aguas y yo te daré descanso.
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| En las primeras horas cuando las luces de la calle se apagan,
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| Por mi inquisición y mi última cruzada,
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| Serás salvador, razón de todo
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| Y seré bendecido y favorecido, nuestra señora de Pigalle.
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| ¿Estarás ascendiendo en este calor de medianoche?
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| ¿Sobre un arbotante volador con pies de piedra?
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| En las revoluciones derribamos tus muros y luego
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| Redimirte, recuperarte, Nuestra Señora de Pigalle.
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| Hasta los lugares de tu corazón donde las almas luchan contra los ángeles en la oscuridad
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| Diez mil años el olor de la vida embotellado en tu hijo,
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| ¡Estás volviendo locos a los hombres!
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| ¿Puedo comprarte algo, puedo lavarte los pies,
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| ¿Puedo leerte poemas de mi retiro sediento?
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| Soy un don nadie joven, soy un alma perfecta,
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| Puedo acogerte, puedo hacerte sentir completo.
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| ¿Estarás ascendiendo en este calor de medianoche?
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| ¿Sobre un arbotante volador con pies de piedra?
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| En las revoluciones derribamos tus muros, y luego
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| Redimirte, recuperarte, Nuestra Señora de Pigalle. |