| Las paredes se están cayendo, las cabezas están agachadas, las luces están apagadas.
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| Sus nombres quedarán marcados en los platos por el frío amanecer.
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| Como fantasmas fangosos medio borrados en un sueño doloroso,
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| Como crucificadas, estas palmas se deslizan a lo largo de la pared.
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| Venas borrachas, borrachas de manos blancas estiradas,
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| No diluyas las tinieblas agotadas hasta por el tormento.
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| De mala gana, de mala gana, los restos de rostros rotos se derriten,
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| La jeringa vuelve a bailar imperiosamente en los ojos borrosos.
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| ¡Tu escuchas! |
| Señor, Señor.
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| Señor, Señor.
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| Señor, Señor.
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| Señor, Señor.
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| Te lo ruego, detén estas manos.
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| Te lo ruego, no te calles, tú puedes.
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| De rodillas, levántate lentamente, lentamente.
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| Rechazado más allá de guardar reglas y palabras,
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| El aguijón penetrará y engatusará de nuevo a la sangre.
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| Blanco, blanco e inflamado todo por los pecados,
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| El frío amanecer marca su nombre en los platos.
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| Venas borrachas, borrachas de manos blancas estiradas,
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| No diluyas las tinieblas agotadas hasta por el tormento.
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| De mala gana, de mala gana, los restos de rostros rotos se derriten,
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| La jeringa vuelve a bailar imperiosamente en los ojos borrosos.
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| ¡Tu escuchas! |
| Señor, Señor.
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| Señor, Señor.
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| Señor, Señor.
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| Señor, Señor.
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| Te lo ruego, detén estas manos.
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| Te lo ruego, no te calles, tú puedes.
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| De rodillas, levántate lentamente, lentamente.
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| señor, señor
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| Señor, Señor.
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| Señor, Señor.
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| Señor, Señor.
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| Te lo ruego, detén estas manos.
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| Te lo ruego, no te calles, tú puedes.
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| De rodillas, levántate lentamente, lentamente. |