Escóndete en las palmas de los caminos de verano y saludos,
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Para rasgar el vacío con letras y respuestas.
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Los olores no se derretirán en la alarma de los rebaños de septiembre.
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Pondremos cada cosa en su sitio, calentando el sueño.
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Sueño...
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La gente tiene prisa en algún lugar, extraños e incomprensibles;
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Distintos, temerarios, cada uno a su manera.
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El corazón de la ciudad late, no flaqueará, no se romperá.
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Que nadie se despierte en él.
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Coro:
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Borro las letras del silencio con la goma de borrar de tus sonrisas.
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Nuestro cielo y nuestros puentes están en los ojos de los desafortunados y felices incendios.
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Solo para no convertirse en un recuerdo en la alcancía de otra persona.
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Es inútil dejarse en un sinfín de fotografías de verano.
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Hay que empezar de nuevo, y el verano es inapreciable.
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Lo que ya no está no se puede cambiar.
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Lo escondemos en las palmas de una mariposa,
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¡Qué vivo, mágico y sencillo, para no refrescarse!
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Coro:
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Borro las letras del silencio con la goma de borrar de tus sonrisas.
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Nuestro cielo y nuestros puentes están en los ojos de los desafortunados y felices incendios.
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Solo para no convertirse en un recuerdo en la alcancía de otra persona.
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Es inútil dejarse en un sinfín de fotografías de verano.
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Esconde el verano en las palmas de los atardeceres y amaneceres,
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Con miradas y momentos para rasgar el vacío.
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Los olores no se derretirán con el grito de los rebaños de abril,
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Nos dejaremos en esto, habiendo conocido la primavera.
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Coro:
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Borro las letras del silencio con la goma de borrar de tus sonrisas.
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Nuestro cielo y nuestros puentes están en los ojos de los desafortunados y felices incendios.
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Solo para no convertirse en un recuerdo en la alcancía de otra persona.
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Es inútil dejarse en un sinfín de fotografías de verano. |