| Descendí de su vientre brujo
|
| Por el aturdimiento que residió en esa luna sagrada
|
| Ella arañó las paredes mientras cortaban la cuerda
|
| Ahogarse al primer aliento le aseguraron
|
| Sus actos tortuosos de su tumba sin tripas
|
| Ojos ciegos se volvieron mientras huían de la habitación
|
| Sumergido en la culpa esta malvada musaraña
|
| Como una espina en su costado, así el bebé que arrojó
|
| La enfermedad invade el vano de una dama tan empapada de dolor
|
| El frío es una mirada superficial, con sangre que extrae sin cuidado
|
| Una pasión por escaldar a sus crías, su historia sigue sin ser reconocida
|
| Es esa mano amorosa sobre tu rostro que te mantiene en tu lugar
|
| Pequeña perra viciosa, se habría quemado como una bruja
|
| Como predijo, ella infligió un giro desastroso
|
| Con su cuento malicioso sin cantar, provocó en muchas lenguas
|
| Llamaron a su señora tiranía
|
| Ven, madre, déjalo, deja que esos demonios duerman…
|
| Quema madre, déjanos ser... por nuestra pérdida no cosecharás...
|
| Por lo que cruelmente siembras… Te llamaron señora tiranía
|
| Revive sus miedos con un cinturón manchado de piel, es una sensación que nunca has sentido
|
| Para ver su carne y sangre desinflarse, la agonía refleja los ojos de cristal dilatados
|
| Remordimiento: una emoción que rara vez muestra más que ira y odio.
|
| En sus mejillas brillan
|
| Para ahogarme al nacer, una tarea nunca realizada, reza para no despertar a la pesadilla que ella
|
| hilado
|
| Pequeña perra viciosa, se habría quemado como una bruja, como predijo que infligió
|
| con giro desastroso
|
| Con la venganza esperando a su puerta, golpeando al niño que dio a luz,
|
| la llamaron señora tiranía
|
| Ven, madre, déjalo, deja que esos demonios duerman…
|
| Quema madre, déjanos ser... por nuestra pérdida no cosecharás...
|
| Por lo que cruelmente siembras… Te llaman señora tiranía
|
| La ira te muerde
|
| Solo un reflejo de la vida que una vez supe
|
| Te duele admitir lo que eres
|
| Las heridas de los padres filtran una horrible cicatriz
|
| Ven, madre, déjalo, deja que esos demonios duerman…
|
| Quema madre, déjanos ser... por nuestra pérdida no cosecharás...
|
| Por lo que cruelmente siembras… Te echaron la culpa señora tiranía |