| Alguien vio a un caballero pasar por aquí
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| Lo vi jugando al ajedrez con la Muerte ayer.
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| Su cruzada fue una búsqueda de Dios y dicen
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| Ha sido un largo camino para continuar. Alguien ha oído hablar de la peste en esta ciudad.
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| La ciudad que dejé atrás fue quemada hasta los cimientos
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| Una niña en una estaca con el rostro enmarcado en llamas lloró
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| No soy una bruja Dios sabe mi nombre
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| El caballero que miraba con miedo
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| El necesitaba saber
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| Corrió donde podía sentir el aliento de Dios
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| Y en la iglesia brumosa
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| Se arrodilló para confesar
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| La cara dentro de la cabina era el Sr. Muerte
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| Mi vida es una vana búsqueda de sonrisas sin sentido
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| ¿Por qué Dios no puede tocarme con una señal
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| Tal vez no haya nadie allí que responda a la cabina.
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| Y la Muerte se escondió dentro de su capa y sonrió
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| Esta mañana jugué al ajedrez con la muerte dijo el caballero
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| Jugamos a que me conceda tiempo
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| Mi obispo y mi caballero destrozarán sus flancos
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| Y aún puedo sentir el corazón de Dios en el mío
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| Y por la reja de la confesión se escuchó la risa de la muerte
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| El caballero gritó ¡No, me has engañado!
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| Pero aún encontraré una manera
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| Nos encontraremos una y otra vez
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| seguir jugando
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| Se encontraron en el bosque el caballero su escudero y amigos
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| Y la muerte dijo que ahora el juego terminará
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| El movimiento final se hizo
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| El caballero agachó la cabeza.
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| Y dijiste que has ganado, no me queda nada para jugar
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| El juglar lleno de visiones cantó a su amor
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| Para mirar contra el cielo tormentoso
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| El caballero su escudero y amigos
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| Sus manos sostenidas como una sola
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| Solemnemente bailó hacia el amanecer
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| Su reloj de arena en su mano su guadaña a su lado
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| El maestro Muerte a la que los conduce La lluvia lavará las lágrimas de sus rostros
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| Y cuando el trueno estalló se habían ido |