| vienes de muy lejos
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| Con imágenes en tus ojos
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| De cafeterías y calles matutinas
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| En el amanecer azul y silencioso
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| Pero la noche es la catedral
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| Donde reconocimos el letrero
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| Los extraños nos conocemos ahora
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| Como parte de todo el diseño
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| Oh, abrázame como un bebé
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| que no se dormirá
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| Acurrúcame dentro de ti
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| Y déjame escucharte a través del calor
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| Eres el bufón de este patio
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| Con una sonrisa como una niña
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| Distraído por las mujeres
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| Con los hoyuelos y los rizos
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| Por las bonitas y las traviesas
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| Por los tímidos y los benditos
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| Por las faldas al viento de las damas
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| que prometen juntarte a su pecho
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| Oh, abrázame como un bebé...
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| Tienes manos de agua lloviendo
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| Y ese arete en tu oreja
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| La sabiduría en tu rostro
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| Niega el número de tus años
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| Con los dedos del alfarero
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| Y el cuento de risa del tonto
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| El arreglador del desorden
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| Con tus extrañas y simples reglas
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| Sí, ahora me he encontrado con otro spinner
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| De hilos extraños y vaporosos
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| Con un cuerpo largo y esbelto
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| Y un golpe en la cabeza
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| Oh, abrázame como un bebé...
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| Con un cuerpo largo y esbelto
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| Y las manos más dulces y suaves
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| Y bueno volar para siempre pronto
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| Y seguir a diferentes tierras
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| Y por favor no me busques nunca, pero conmigo te quedarás
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| Y te escucharás a ti mismo en la canción
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| Soplando por un día
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| Oh, abrázame como un bebé... |