| En el mar, una tormenta al cielo -
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| Eso hace que el rey de los remo se enoje.
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| Golpea el fondo con la cola,
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| Espuma las olas con su barba.
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| Solo un temerario saldrá al mar,
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| E incluso entonces, si estás demasiado borracho.
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| La gente dirá: - No es el camino
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| ¡Él tiene su propia cabeza!
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| Rey arenque, en la mesa
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| Hasta la mañana no cerraremos los ojos
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| En tu honor, mojemos nuestros bigotes en lúpulo,
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| Toda la noche una historia sobre ti.
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| Cada alimentador, cada pescador
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| Conoce y honra tu disposición obstinada.
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| Todos claman por tu misericordia,
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| Sube al camino del bacalao.
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| Trescientas libras de peso en ti
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| ¡Sí, trescientas libras de largo!
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| Sentado en el trono, en mi profundidad
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| Eche un vistazo al país de los peces.
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| Rey arenque, en la mesa
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| No cerraremos los ojos hasta la mañana.
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| En tu honor, mojemos nuestros bigotes en lúpulo
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| Toda la noche una historia sobre ti.
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| Rey arenque, de todos modos
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| ¡La fe en la victoria vive en nosotros!
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| el tiempo vendría pronto
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| ¡Date prisa para esperar la mañana!
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| Hogni, termina tu cerveza
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| Sí, vamos a dormir, levántate temprano.
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| Una red sólida ha estado lista durante mucho tiempo:
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| ¡Ella no debería aburrirse sin nada que hacer!
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| Y por la mañana afilaremos anzuelos
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| Que salgamos al mar al amanecer.
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| Habrá arenque ahumado en la fiesta -
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| ¡No me culpes, el rey de los arenques! |