| Cuando terminan los vuelos de las primeras golondrinas
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| Y llegarás a casa cansado
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| Verás palabras de bombillas de luz brillante desde la ventana.
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| Te escribiré: "No tengas miedo, estoy contigo"
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| Solo podemos estar a la distancia y en la ingravidez.
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| Si quieres caer, no te obligaré, si quieres volar, vuela
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| Pero corté los cables mil veces
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| Me grité a mí mismo: "Me voy para siempre"
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| ¡No está claro cómo Salyut sobrevivió hasta la mañana, Vera!
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| Pero estaré contigo o estaré solo
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| No huyas, no te acerques más
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| Antes de cambiar los números para siempre
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| ¡Saludos, Vera!
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| No te haces realidad, aunque sueñes el viernes por la noche
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| No responder a ninguna contraseña.
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| No te equivocas, y cada vez me parece más frecuente
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| Que eres el mensajero de mundos desconocidos
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| Solo podemos estar a la distancia y en la ingravidez.
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| Si quieres caer, no te obligaré, si quieres volar, vuela
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| Pero corté los cables mil veces
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| Me grité a mí mismo: "Me voy para siempre"
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| No está claro cómo sobrevivió hasta la mañana.
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| ¡Saludos, Vera!
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| Pero estaré contigo o estaré solo
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| No huyas, no te acerques más
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| Antes de cambiar los números para siempre
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| ¡Saludos, Vera!
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| Pero corté los cables mil veces
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| Me grité a mí mismo: "Me voy para siempre"
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| No está claro cómo sobrevivió hasta la mañana.
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| ¡Saludos, Vera!
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| Pero estaré contigo o estaré solo
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| No huyas, no te acerques más
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| Antes de cambiar los números para siempre
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| ¡Saludos, Vera! |