| Frío era el aire que traía el viento de la tarde
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| Silenciosos y tan silenciosos estaban los bosques
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| En la víspera de esa noche
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| No sé por qué me quedé allí tanto tiempo
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| Tanto tiempo que pude escuchar esa voz
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| El susurro que todos evitamos
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| Sonido desde dentro, la verdad tranquila
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| Sentí que mi sangre se enfriaba lentamente
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| Volviéndose frío de esperar
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| Horas que pasé allí esperando
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| Esperando que alguien venga
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| Para silenciar la voz que se sentía como un trueno
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| Evael es la luz, la luz blanca
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| En el frío de mi mundo, ella es la única
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| Ella trae las mariposas, pura luz
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| Cuando alguna vez ella viene
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| La oscuridad se hace a un lado
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| Pero sentí que mi sangre se helaba
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| Horas que pasé allí esperando
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| Viendo la luz desvanecerse
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| Estás perdiendo las puestas de sol, nunca las recuperarás
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| Los días que pasas en soledad son segundos en tonos de negro
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| El invierno fue frío, pero el verano es aún más frío
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| Las noches han sido más largas, me han hecho mucho más viejo
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| Estás perdiendo las puestas de sol, nunca las recuperarás
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| Cada noche que pasas en soledad son años en tonos negros
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| Pasan los años, pero ¿se me ha detenido el tiempo?
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| La mañana siempre surge con un dolor mayor
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| Y luego vuelve a ponerse el sol
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| Lloramos los vientos por tu soledad
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| Coro de sueños rotos por el amor que tuviste
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| Pero ahora ella camina para siempre perdida en gris y aflicción
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| Ella no está perdonada, ella es la única para el invierno
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| Tuya no, viejo, nunca más… |