| Con una bolsa vacía, pero alegre
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| De colores libres, el ojo se ondula
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| Mi día de la libertad se ha estado escondiendo durante tanto tiempo
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| Y ahora, finalmente tengo suerte
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| Y el silbato del policía nocturno no ahuyentará
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| No correremos, somos piernas, las manos se rompen
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| Por todos los pecados, nosotros, sin libertad condicional, hermano, resolvimos
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| Y respetamos el código, no buscamos lagunas en él.
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| Por todos los pecados, nosotros, sin libertad condicional, hermano, resolvimos
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| Y respetamos el código, no buscamos lagunas en él.
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| Ya no es un preso, pero todavía sin pasaporte
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| Y todo el prekid que estaba a la mano
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| Me apresuro a donde me recibirán
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| No por la ropa esperan, sino por el corazón.
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| Y el silbato del policía nocturno no ahuyentará
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| No correremos, somos piernas, las manos se rompen
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| Por todos los pecados, nosotros, sin libertad condicional, hermano, resolvimos
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| Y respetamos el código, no buscamos lagunas en él.
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| Por todos los pecados, nosotros, sin libertad condicional, hermano, resolvimos
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| Y respetamos el código, no buscamos lagunas en él.
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| Y el silbato del policía nocturno no ahuyentará
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| No correremos, somos piernas, las manos se rompen
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| Por todos los pecados, nosotros, sin libertad condicional, hermano, resolvimos
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| Y respetamos el código, no buscamos lagunas en él.
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| Por todos los pecados, nosotros, sin libertad condicional, hermano, resolvimos
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| Y respetamos el código, no buscamos lagunas en él. |