| Pues ayer me volví loco y la llamé para decirle | 
| Por favor, cariño, ¿no vendrás a casa esta noche? | 
| Ni siquiera puedo confiar en mi cerebro para sacar mi corazón de la lluvia | 
| Sé que esa chica es un huracán, por derecho propio | 
| Entonces temprano esta mañana después de que ella se fuera | 
| Me senté allí en mi silla solo | 
| Bueno, llamé a mi amigo llorando y le pregunté por qué. | 
| Esa chica siempre me estaba haciendo tan mal | 
| Él dijo: «Cuando las puertas están todas abajo y las señales parpadean | 
| El silbato está gritando en vano | 
| Y te quedas en las pistas, ignorando los hechos | 
| Bueno, no puedes culpar del accidente al tren. | 
| No, no puedes culpar del accidente al tren» | 
| pues cuantas veces me he prometido | 
| No hacer lo mismo que antes | 
| Te juro que lo dejaré en paz y lo creeré | 
| Entonces me daré la vuelta y lo haré un poco más | 
| Oh, engáñame una vez y es una vergüenza para ti | 
| Engáñame dos veces y es una vergüenza para mí | 
| Eso es lo que mi mejor amigo me advirtió cuando lo llamé esta mañana. | 
| Entonces me recordó | 
| Él dijo: «Cuando las puertas están todas abajo y las señales parpadean | 
| El silbato está gritando en vano | 
| Y te quedas en las pistas, ignorando los hechos | 
| Bueno, no puedes culpar del accidente al tren. | 
| No, no puedes culpar del accidente al tren» | 
| Él dijo: «Cuando las puertas están todas abajo y las señales parpadean | 
| Y el silbato está gritando en vano | 
| Y te quedas en las pistas, ignorando los hechos | 
| Bueno, no puedes culpar del accidente al tren. | 
| No, no puedes culpar al tren por el accidente. | 
| Hombre, tienes que dejar de culpar al tren» |