| ¿Escuchaste las campanas y silbidos cuando te encontraron?
|
| Inquietante, magia derretida en tu mente.
|
| Y finalmente me quedé dormido pero yo sabía
|
| Tu horóscopo nunca se quedaría en el tiempo.
|
| Todos esos labios y trucos sucios que hiciste
|
| Atrapado suspendido, cavando nuestras tumbas,
|
| No podemos controlar el desorden que hemos hecho, y nos gusta.
|
| Barnaby, ¡nos encantaría tenerte abajo!
|
| Casada con el vestido de novia de tu madre.
|
| Es una suerte que tu fortuna haya sido borrada o extraviada;
|
| Porque la familia importa más que los ramos perdidos (eso dicen).
|
| Construyó un hombre, construyó un hombre de noventa y cinco pies.
|
| Para hacer bailar a la gente en el faro.
|
| Sacudiendo las manos con las secuelas.
|
| ¿Podrías romper la cadena y empezar de nuevo, cariño?
|
| porque estás desafinando y fuera de tiempo.
|
| Te maldicen para que digan que no te recordará
|
| del hombre que construimos, el hombre que dejamos atrás.
|
| Se esconden como ratas en el templo desde el otro lado,
|
| Ellos mastican nuestros halos; |
| mordisqueando pesticida.
|
| Hasta el pantano, dormido en la rueda de agua,
|
| Te apedrean, te apedrean, y no puedo permitirme perder.
|
| Construyó un hombre, construyó un hombre de noventa y cinco pies.
|
| Para hacer bailar a la gente en el faro.
|
| Sacudiendo las manos con las secuelas.
|
| No puedo creer lo que pienso, no eres nada menos que un santuario.
|
| Pero no me odies cuando me vuelvo loco.
|
| Construyó un hombre, construyó un hombre de noventa y cinco pies,
|
| para enloquecer a la gente en el faro,
|
| para hacer llorar a los chamanes en la montaña.
|
| Oh, Dios mío, ¿dónde está este cielo en este infierno? |