| Esta es una historia de pecado
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| Un cuento que es tan viejo como el viento
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| Y jugué directamente en sus manos
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| Éramos mucho más gruesos que los ladrones
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| Pero fui un tonto al creer
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| Y para mostrarle mis secretos y planes
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| Prometió riquezas por encima y más allá
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| Me mostró las cuerdas y simplemente me ató
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| Me enseñó el juego, pero me jugó como un peón
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| Y él tomaría toda mi confianza y simplemente la reduciría a polvo
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| Y ahora, dicen, aléjate, chico
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| Pero cuanto más grandes vienen, más fuerte caen
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| Rezo por los días, chico
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| Cuando cuanto más grandes vienen, más fuerte caen
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| Ahora que la pelea está en mis manos
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| Estoy manejando las leyes de la tierra
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| Y rezo para que la justicia prevalezca
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| Pero sabemos que la justicia es ciega
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| Y el destino a veces puede ser cruel
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| Y no hay opción de fallar
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| Así que me he preparado y en el peor de los casos
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| Voy a hacer mis propias leyes hasta que esté montando un coche fúnebre
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| Nada menos saciará mi sed
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| Por alguna dulce venganza, lucharía hasta el final y
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| Oh, pero, dicen, aléjate, chico
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| Pero cuanto más grandes vienen, más fuerte caen
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| Rezo por los días, chico
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| Cuando cuanto más grandes vienen, más fuerte caen
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| Prometió riquezas por encima y más allá
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| Me mostró las cuerdas y simplemente me ató
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| Me enseñó el juego, pero me jugó como un peón
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| Y él tomaría toda mi confianza y simplemente la reduciría a polvo
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| Y ahora, dicen, aléjate, chico
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| Pero cuanto más grandes vienen, más fuerte caen
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| Rezo por los días, chico
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| Cuando cuanto más grandes vienen, más fuerte caen
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| Dicen, aléjate, chico
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| Pero cuanto más grandes vienen, más fuerte caen
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| Rezo para que veamos los días, chico
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| Cuando cuanto más grandes vienen, más fuerte caen |