Rompiendo el silencio, como una alarma, con un fuerte grito: "¡Hurra!" |
- corriendo hacia "Invierno"
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soldado.
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Y los rostros de los temblorosos señores muertos están asustados.
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Junker señores, su tiempo ha pasado. |
Tu trono y fortaleza es barrido para siempre.
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El tiempo lo dicta ahora el pueblo ruso libre.
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Señor oficial, levante el aglet. |
El espíritu caliente se ha enfriado, pon la bala en el revólver.
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Señalar a sangre fría la sien palpitante alarmada.
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Acordaos de las damas de la fuente, y la joven corneta les regala un ramo de excelentes margaritas.
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Qué sencillo, margaritas y una bala debajo de la visera.
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Recuerda, las damas corrieron, tiraron flores, caballos, música, vals, tú estás con túnica blanca.
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El sonido de herraduras, órdenes, charreteras, medallas y espuelas.
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¿Y qué puede desear un héroe? Las damas están encantadas: el deseo de caer en tu cama.
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Y ya está, este tiro es el último, pero de costado a quemarropa.
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Cenizas de los incendios y Petrogrado en el humo. |
El viento se desgarra bajo el viejo marinero
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chaqueta de guisante
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El carro, solo mira, se escapará más allá del cordón.
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¿Qué hora ha llegado? |
¿Para quien? |
¿Y a quién? |
¡Señor oficial, bueno, dispare a la oscuridad!
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Charreteras, medallas: ¿por qué este timbre sospechoso?
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Como un perro de dos cabezas, acarició al águila, en un instante todo desaparecerá, sonarán las campanas.
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Escuchas disparos por los pasillos, ¿no es hora de parar?
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Deja que termine lo vergonzoso, la vida se acabó con eso. |
Agárrate fuerte al mango del revólver.
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Inclínate más cerca de tu sien, y es hora de presionar.
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La risa de los niños a lo lejos se les pega en los oídos. |
Noble, ¿cómo te aceptarán las entrañas de la tierra?
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¿Y arrasar el delgado montículo sin nombre hasta el suelo?
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Al infierno, damas llorando, al infierno, un caballo negro. |
Al infierno - corneta joven,
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él te seguirá
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Señor oficial, eso es todo, apriete el gatillo. |