| El tiempo perdido se extiende a los mares kilómetros de pereza
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| Y el silencio de muerte inflama los juicios,
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| Un poco, nos dejarán galletas dulces,
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| Y comeremos con una sonrisa, oh aventuras.
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| El viento y el canto de los pájaros vienen a la mente,
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| No hace falta que les pagues, cantan desde que nacen,
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| Está solo en nosotros y probablemente para siempre
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| Instintos egoístas de cualquier generación.
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| Aquí, un camino, el payaso es inútil,
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| Vamos a "ataúd en el ataúd" déjame clavarlo,
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| Y arrojaré pensamientos por las ventanas, te los daré,
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| El juguete resultará ser un shock, ¿quieres beberlo?
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| Es solitario aquí, la multitud es ruidosa,
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| Voy a tomar el metro hacia el este, el vagabundo está durmiendo,
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| Sigue tejiendo su capullo, lleva mucho tiempo cerrado,
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| Y al lado de los chicos está el sábado: golpean el alcohol.
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| ¿Quién será capaz de arreglar sus propios asuntos,
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| Ese necesita protección, y ese tiene un arma en el pantalón,
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| Quien comprendió demasiado tarde el significado de las palabras francas,
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| Y que parchea agujeros, desde los dedos hasta las sienes. |
| (Dios mío)
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| ¿Estás pasando por encima de las cabezas y estrangulando a los débiles? |
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| Antes de irte a dormir verás la conciencia - un sapo,
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| Pasos silenciosos inspirarán frialdad vacía,
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| Oh hermano, te llevaré a la sala pronto.
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| Él. |
| Nunca se nota como un sueño
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| Pero por la mañana entiendes lo que daña el cerebro,
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| Tamu cuyo culo sin mérito se sienta en el trono,
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| El destino desafortunado prepara el último cartucho.
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| Este es Minsk, este es Odo lanzando una palabra, una nota de audio,
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| Del nuevo álbum, Dufu-Damad
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| Pareados bajo los repiques del trueno,
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| Hay algo en lo que pensar mientras conduce a casa. |