| Desvanecido por las manos del tiempo
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| Débiles ecos de mi sueño de infancia
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| Las imágenes de los días pasados rara vez son lo que parecen
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| La luz de las velas deletrea mi nombre
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| La brisa de abajo conduce la danza de la llama
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| De repente nadie recuerda
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| Los hombres de ayer han desocupado los pasillos.
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| Y todos se alejan del hogar de su juventud.
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| Y todos dicen que rezan pero fingen con la verdad
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| Sé que una vez fui como ellos, viejo en palabra y obra
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| Pero mi juventud sobrevivió y revivió
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| Los estragos de la necesidad
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| Nunca tiene una puerta abierta
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| Me presentó a sí mismo para reclamar
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| A pesar de que las paredes persisten
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| Al cantar mi nombre
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| Hasta las paredes saben mi nombre
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| La luz de las velas parpadea la danza de la llama
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| De repente nadie recuerda
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| Todas mis obras están adornando los pasillos
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| Y la forma en que he vivido
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| Hace que el mundo que he conocido
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| Y se que lo que doy debo dar por mi cuenta
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| Porque parece que cada habitación tiene la llave
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| Para abrir otras puertas
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| Mientras camino por la casa
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| Estoy encontrando más y más
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| Doblado años antes de este día
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| El polvo ha encontrado su oportunidad de caer
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| La nota de uno de pensamientos amorosos
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| Nunca se leyó en absoluto
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| Hasta las paredes saben mi nombre
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| La luz de las velas parpadea la danza de la llama
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| De repente nadie recuerda lo que dijeron
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| Los héroes de antaño están despertando muertos
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| Y le debo toda mi vida al nombre en la página
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| Y miro a mi mujer en medio de mi edad
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| Ambos hemos vivido con el pensamiento
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| De viajar lejos
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| Porque esta casa es vieja y nuestro hogar
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| Nos encontrará donde estemos |