| Había un marinero de Dover, de Dover vino
|
| Él cortejó a una dama encantadora, y Sally era su nombre
|
| Pero siendo ella tan alta y su fortuna tan alta
|
| Todo en un amor de marinero pobre que apenas había echado un ojo
|
| «Oh Sally, queridísima Sally, oh Sally», dijo entonces.
|
| «Temo que tu falso corazón mi ruina sea
|
| A menos que tu odio actual se convierta en amor
|
| Me dejarás con el corazón roto y mi ruina probará»
|
| «No puedo amar a un marinero, ni a tal hombre
|
| Así que mantén tu corazón en paz y olvídame si puedes
|
| Te ruego que mantengas la distancia y te preocupes por tu propio discurso.
|
| Porque nunca pretendo casarme contigo a menos que me obliguen»
|
| Pero cuando pasó un año y doce meses pasaron
|
| Una joven y encantadora Sally, se enfermó tanto al fin
|
| Enredada estaba toda en su amor y no podía decir por qué
|
| Envió por el joven en quien ella tenía un ojo
|
| «Oh Sally, queridísima Sally, oh Sally», dijo entonces.
|
| ¿No recuerdas, amor, cómo una vez me menospreciaste?
|
| Cómo una vez me menospreciaste, amor mío, y me trataste con desprecio
|
| Así que ahora te recompensaré por todo lo que has hecho"
|
| «Por lo que es pasado y se ha ido», dijo, «te ruego que perdones
|
| Y concédeme un poco más de tiempo en esta vieja Tierra para vivir»
|
| «Oh, no, mi queridísima Sally, mientras haya tenido aliento
|
| Bailaré todo sobre tu tumba, mi amor, mientras yaces debajo de la tierra» |