| En el condado de Tyrone, cerca de la ciudad de Dungannon
|
| Donde muchos de los ructions yo mismo tuve una mano en
|
| Bob Williamson vivió, un tejedor de oficio
|
| Y todos nosotros pensamos que era una espada naranja fuerte
|
| El doce de julio, como todos los años, llegaba
|
| Bob tocaba su flauta al son de un tambor
|
| Puedes hablar de tu arpa, tu piano o tu laúd
|
| Pero ninguno puede compararse con la Vieja Flauta Naranja
|
| Bob, el engañador, nos atrapó a todos;
|
| Se casó con una papista llamada Bridget McGinn
|
| Se volvió papista y abandonó la vieja causa.
|
| Que nos dio nuestra libertad, religión y leyes.
|
| Ahora, los chicos de la ciudad hicieron algo de ruido.
|
| Y Bob tuvo que volar a la provincia de Connaught
|
| Huyó con su esposa y sus fijaciones para arrancar
|
| Y junto con este último su Vieja Flauta Naranja
|
| En la capilla el domingo para expiar las acciones pasadas
|
| Decía Pater y Aves y contaba sus cuentas marrones
|
| Hasta que después de un tiempo, por deseo del sacerdote
|
| Se fue con esa flauta vieja a tocar en el coro
|
| Se fue con esa flauta vieja para tocar para la Misa
|
| Pero el instrumento se estremeció y suspiró, oh, ay
|
| Y aunque lo intentaría, aunque hizo un gran ruido
|
| La flauta tocaría sólo «Los muchachos protestantes».
|
| Bob saltó y miró fijamente y se puso en un aleteo
|
| Y arrojó la flauta vieja en el agua bendita bendita
|
| Pensó que este encantamiento traería algún otro sonido;
|
| Cuando lo intentó de nuevo, sonaba "Croppies Lie Down".
|
| Ahora, por todo lo que podía silbar y tocar y soplar
|
| Para tocar música papista, encontró que no funciona
|
| «Kick the Pope» y «The Boyne Water» sonarían libremente
|
| Pero no se pudo encontrar un chillido Papish en él
|
| En el consejo de sacerdotes que se celebró al día siguiente
|
| Decidieron desterrar la vieja flauta
|
| No pudieron sacar la herejía de su cabeza
|
| Así que le compraron a Bob uno nuevo para jugar en su lugar.
|
| Fue atado y quemado en la hoguera como un hereje
|
| Mientras las llamas se elevaban a su alrededor, escucharon un ruido extraño;
|
| Era la vieja flauta que aún silbaba «Los niños protestantes».
|
| «Toora lu, toora yacía |