| Qué diferencia hace un día: donde una vez estuvo una niña ahora se sienta un vacío
|
| bajo,
|
| Frío y brillante, duro y diminuto, difícil de lavar...
|
| Oh, los monstruos se crean todos los días.
|
| Y nada puede prepararte para el día en que se escapen;
|
| Tu excelente tutela ya no es necesaria, así que sellaste tu destino...
|
| Un minuto, ella es tu mejor amiga, luego la ves tomar tu lugar;
|
| Supongo que les enseñé a todos igual...
|
| Pequeños charlatanes inteligentes: la ambición brilla a toda marcha, y no puedo soportarlo.
|
| eso…
|
| Lo que sube debe volver a bajar: vuelve a poner los pies en el suelo;
|
| Narciso con un vestido rojo, eres como todos los demás, señorita...
|
| Cegado por tu propio reflejo, deja que las mentiras te dirijan ahora;
|
| Narciso con un vestido rojo, eres como todos los demás que he conocido...
|
| Lo sé…
|
| Comportándote como la Reina Virgen, estás igual de dañado por dentro, ¿sabes?
|
| No importa lo bien que crezca tu personificación de mí,
|
| En el fondo, sabes que tu interior nunca cambia.
|
| Pero a la gente le encanta: esa cadena mordida simplemente no tenía sabor,
|
| Se enamoran del hechizo de Lady Macbeth, su gracia calculada...
|
| Pero puedo ver el hambre de compulsión en tu rostro;
|
| El flaco de la escuela secundaria se desvanece,
|
| Y te quedan las Polaroids capturando tus 15 minutos, ¿no es genial?
|
| Lo que sube debe volver a bajar: vuelve a poner los pies en el suelo;
|
| Narciso con un vestido rojo, eres como todos los demás, señorita...
|
| Cegado por tu propio reflejo, deja que las mentiras te dirijan ahora;
|
| Narciso con un vestido rojo, eres como todos los demás que he conocido...
|
| Lo sé…
|
| Vanidad en desfile: vacante, frenética y extraña, cargada de angustia y
|
| desesperación;
|
| Supongo que te amé en vano, considera esta canción tu velatorio: Perdiste la cabeza en el
|
| elevación…
|
| Todos los caballos del rey y todos los hombres del rey no pudieron traerte de vuelta...
|
| Lo que sube debe volver a bajar: vuelve a poner los pies en el suelo;
|
| Narciso con un vestido rojo, eres como todos los demás, señorita...
|
| Cegado por tu propio reflejo, deja que las mentiras te protejan ahora;
|
| Narciso con un vestido rojo, eres como todos los demás, señorita...
|
| Lo que sube debe volver a bajar: vuelve a poner los pies en el suelo;
|
| Narciso con un vestido rojo, eres como todos los demás, señorita...
|
| Cegado por tu propio reflejo, deja que las mentiras te protejan ahora;
|
| Narciso con un vestido rojo, eres como todos los demás que he conocido...
|
| Lo sé… |