| Toma, oh, quita esos labios
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| Que tan dulcemente fueron repudiados
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| Y esos ojos, el descanso del día
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| Luces que engañan a la mañana
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| Pero mis besos traen de nuevo
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| Pero mis besos traen de nuevo, traen de nuevo
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| Sellos de amor, sellos de amor
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| Pero mis besos traen de nuevo, de nuevo
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| Sellos de amor, sellos de amor
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| Toma, oh, quita esos labios
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| Que tan dulcemente fueron repudiados
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| Y esos ojos, el descanso del día
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| Luces que engañan a la mañana
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| Pero mis besos traen de nuevo
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| Pero mis besos traen de nuevo, traen de nuevo
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| Sellos de amor, sellos de amor
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| Pero mis besos traen de nuevo, de nuevo
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| Sellos de amor, sellos de amor
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| Pero sellado en vano
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| Pero mis besos traen de nuevo,
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| Pero mis besos traen de nuevo, de nuevo
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| Sellos de amor, sellos de amor
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| Pero sellado en vano
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| Cuando más guiño, mis ojos ven mejor
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| Por todo el día ven las cosas sin respeto
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| Pero cuando duermo, en sueños te miran
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| Y oscuramente brillantes, son brillantes en la oscuridad dirigida.
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| Entonces tú, cuya sombra las sombras hacen brillar
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| ¿Cómo formaría la forma de tu sombra un espectáculo feliz?
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| Al día claro con tu luz mucho más clara
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| ¡Cuando a los ojos que no ven tu sombra brilla tanto!
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| ¿Cómo, digo, mis ojos serían bendecidos
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| Al mirarte en el día vivo
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| cuando en la noche muerta tu hermosa sombra imperfecta
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| ¡A través del sueño pesado en los ojos ciegos permanece!
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| Todos los días son noches para ver hasta que te vea
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| Y noches brillantes días cuando los sueños me muestran. |